Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

jueves, 30 de septiembre de 2010

A veces.


Hoy es mi primer día de dieta, a ver si aguanto haciéndola más de un par de meses y consigo bajar algo, más que nada para sentirme bien conmigo misma y no morirme todas las mañanas al subir los 4 pisos de escaleras que debo subir para llegar a mi aula.
Hoy me duelen las piernas, me he tenido que subir andando a casita y no es precisamente corto el recorrido, ni las escaleras… Y en ese tiempo me ha dado tiempo a pensar, como no, en mis chorradas.
El otro día discutiendo con mi madre, yo estaba intentando argumentarle algo, y me saltó con que me dejase ya de excusas. Lo que me llevó a preguntarme si los argumentos son excusas. Aún no he encontrado una respuesta que me guste, pero aún así sigo pensando en lo mismo.
Tengo frío. Lo odio. Se me quedan las manos moradas y parezco más que nunca una muerta (qué guay es mandar horas y horas de sol abrasador a la mierda).
No tengo gran cosa que decir, es simplemente hablar para quien quiero y a la vez no quiero que lea esto se aburra y deje de leer de una puta vez, pero nada, si lo consigo sí que le mandaré a la mierda y me darán igual las horas colgada del teléfono, que si ha leído hasta aquí y no sigue por aburrimiento, será por algo, y me habrá estado mintiendo unos, tres cuatro años. Pero bueno, qué más da. Al final el permanente rojo se me acabará.
Y por último…
Supongo que esto no lo leerás, pero si lo haces, felicidades, sabrás cómo hacer que vuelva a confiar en ti.
Sabiendo que lo que me jode es que hayas desaparecido cuando más te necesitaba (no estoy siendo melodramática, es verdad, estos últimos meses han sido horribles, y la única persona que me escuchaba no llegaba a persona y se llama viento, a veces contestaba y a veces no, quizás sea que sólo habla cuando tiene algo que decir), supongo que, si me conoces como dices conocerme, sabrás que lo único que quiero es que lo intentes, no que te humilles ni mucho menos, sino que perseveres. Ésa, para mí, es la única forma de saber que en realidad te importo un poquito (y sé que no pasaré de un poco).
Ale, ya tienes tu respuesta, por lo menos a una pregunta. La de qué tal te queda bastante para que te la responda con sinceridad, o que siquiera me digne a contestarla.
Aún así, tienes lo que querías, otra cosa es que sepas que está aquí, que eso ya es tu problema, no el mío.

En fin.
Ese. Esa. Esos.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Guerra de partículas.


Tengo ganas de hablar. De contar con todos los detalles que llegan a alcanzar las palabras todo. Todo es TODO. Cada pensamiento que se cruza por mi cabeza, cada resquicio de imagen que se quedó grabado en mi retina. Y no puedo.
Ahora mismo, sólo me tengo a mí misma. A. va desapareciendo lentamente.
Me jode tener razón, pero lo que auguré era tan cierto como que respiro. Y está sucediendo. No es una mala racha. Es un adiós que se alarga. Y mira que me molesta de verdad, más que nada porque eres la única persona que me parece interesante. Echo de menos nuestras antiguas conversaciones, y ahora que sé un mínimo de filosofía podríamos hablar y discutir mejor que antes, cuando solo defendía mis ideas con argumentos de experiencia personal y tú utilizabas mil nombres de autores desconocidos para mí. Quizás se pueda decir que me acercaste a un mundo en el que el saber era un máximo y un mínimo, lo era todo, o casi todo, y en segundo plano quedaba el resto de lo que llena el mundo.
Es esa parte restante que llena todo de materia lo que empieza a carecer de sentido para mí. Sé que estoy medio depre por cosas que me han pasado últimamente, pero llevo sin verle ningún tipo de lógica a hacer las cosas. Empiezan a ser impulsos mecánicos que hacemos, y no sé de dónde salen los pensamientos. Sí, del cerebro, muy bien, hasta ahí llego. Pero el cerebro al igual que todo lo que es materia, está formado por pequeños vacios rodeados de un enjambre de electrones.
El profesor de anatomía hace preguntas que me encantan. De facto, adoro a mi profesor de anatomía, al igual que al de matemáticas, historia del arte y lengua. Hacen preguntas que dan lugar a pensar y errar y seguir pensando hasta encontrar una verdad parcial para después mostrarte que estabas completamente equivocada y que esa verdad individual no era nada, una conclusión más entre los miles de pensamientos que van flotando por el aire.
Me voy del tema.
¿De dónde salen los impulsos nerviosos? Sé que no-sé-quién hizo un experimento del que salió la vida a partir de unos gases, los que los científicos suponen que había en una atmósfera primigenia, y salió bien. Pero, ¿qué es la vida en sí?
No me gusta ninguna definición de las que dan de vida, al igual que tampoco de arte. Que también hizo una pregunta el primer día de clase que me dejó intrigada. ¿Qué es el arte y dónde están sus límites?
Alguien me dio una definición bastante buena, pero, ¿se puede reducir a palabras algo que es tan grande y tan distinto para cada persona?
Por ejemplo, algunas personas pagan millones por unas obras de arte que ni entienden, personas a las que simplemente por el mero hecho de ser considerado arte, ya lo quieren para su colección personal.
No lo entiendo. Si no lo entiendes, ¿para qué lo quieres? Es igual que la gente que va a un museo y pasa delante de los cuadros como si estuviera paseando, sin fijarse en qué personajes hay, qué puede simbolizar el cuadro, etc.
Cuando tenga los PowerPoint’s que nos ponen en la clase pondré algo aquí, es bastante interesante la información, y por lo menos mi blog dejará de ser un sitio donde una psicótica aburrida cuenta su vida y de vez en cuando lo que piensa, sino cuenta su vida, aún sabiendo que solo al aire le interesa.
En fin. Creo que debería seguir con mis queridas matemáticas, que si no hago nada hoy mañana no tendré ni idea de lo que explique el profesor (jé y encima quedo como que presto atención en clase y estudio cuando nunca he abierto un libro en mi vida, qué guay).
Bécquer o Neruda. Qué cojones, los dos. Tengo todo el tiempo del mundo para dedicarme a aprender algo nuevo (a ver si me contagian su forma de escribir y llego a no hacer algo tan patético con mi forma de hablar/escribir).

Ese. Esa. Esos.

Me escuecen los ojos. Es difícil dar cuenta de todo. Facciones de tiempo expandidas sin control, 1000 versos a la fuga. Demasiadas imágenes sin sincronizar.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Elle avance.


Tengo ganas de escribir, pero no sé de qué, o mejor dicho, sí, pero no tengo ganas de hablar de eso.
Bueno, quizás para que mi querido humo (el aire ya se ha ido, necesitaba unas vacaciones, demasiado tiempo leyendo chorradas) se haga una idea de cómo me van las cosas, cuente algo, un esquema roto de lo que me ha pasado.
Ayer. Gato. Gemelas. Cris. Ane. Gente. Frío. Mercado medieval. Perfecto.
8:45 (creo). Una llamada. Imbécil. Cris, Ane, Gemes, yo, sí; Gato, no. ¿Por qué? Gilipollas. ¿Dejarle plantado? Ni de coña.
Joker. Area. Troner. Uff. ¿Cómo cojones se puede juntar tanta perfección en una sola persona? Guapo, gay.
A casa.
Más o menos. En fin. Quiero un helado, pero tengo demasiado frío como para moverme. Debajo de la manta se está muy bien.
Joder, parece que esto es un telegrama. Quizás empiece a hacer frases un poquitín más complejas (sólo un poquito, mi cerebro no da para hacer una sintaxis demasiado compleja, por lo menos no hoy, quizás mañana después de una dosis de rutina).
Quiero ver a una persona, y solo a una. Y simplemente para convencerme de no, no y más no. De que jamás podrá ser nada, de que nunca tuvo ni que aparecer ese pensamiento. Necesito saber más de él, saber si es tan perfecto como lo idealizo. Toca el violín. ¿Cómo alguien que toca el violín puede no ser adorable?
Joder. Qué frío hace, coño. Arg. Ya podría vivir en las Canarias, pero nada, a la ciudad más fría de toda España. Manda cojones.
Ámbar. Ámbar. Ámbar.
Uhm. Dejaré de decir paridas como catedrales y empezaré a poner a parir a la gente.
Mentira.
He estado pensando (raro en mí, true?) en la de pequeñas personitas que hay en el mundo, y que la mitad de ellas te hacen la vida imposible y la otra mitad, la que crees que estará ahí para siempre y la tendrás cuando la necesites, se van. Acaban desapareciendo poco a poco al cabo de tres, cuatro años de relación (si se puede llamar así). ¿Seré tan asquerosamente borde, fría, cabrona, puta, fría, etc.? O es que la gente se cansa pronto de mí o yo de ellos.
No sé qué pensar. Debería preguntarlo a alguno, pero nunca contestan. El pitido del móvil ya es una respuesta más que consabida para mis oídos. Empieza a gustarme, antes me parecía irritante, quizás será que me he acostumbrado a ese puto silencio interrumpido.
Primero X., después J., después E., después A..
¿Quién vendrá ahora?
Bueno, miremos el lado positivo, ahora sólo quedamos Baroja y yo junto con un mundo de conocimientos que se abre lentamente ante nosotros, algunos mejores que otros, por supuesto, pero no por eso menos interesantes. Intentaré ser positiva. Por lo menos, ahora que mis “amigos” se van reduciendo, tendré más tiempo para centrarme en mis estudios y el año que viene, con suerte, salgo de esta ciudad. A ver si en otro sitio encuentro gente nueva a la que poder explotar, que tenga un potencial intelectual muy por encima de la media y me enseñe cosas, muchas cosas. Y si fracaso, siempre me quedará volver aquí a estudiar informática y acabar siendo alguien mediocre que en su adolescencia soñó con hacer algo que le gustara pero que no lo consiguió por poco. Aunque bueno, la informática no está tan mal.
Jé. Cómo se nota que estoy deprimida.
En fin. Seguiré esnifando humo, a ver si mi querido aire vuelve de sus vacaciones y nos acompaña a Baroja y a mí, aunque si no se da prisa en volver Baroja ya no estará, supongo que será Zorrilla o Flauvert. Ojalá fuese Valle-Inclán con su Luces de bohemia.
Ciao.
Ese. Esa. Esos.
'Cause you know it's over before it began.

Monotony.

Que el cielo y tu madre cuiden de ti.
Esperando a Néstor. Como no.
Si te he hecho lo que he hecho te diré sólo excusa.
You can have anything you want in the world.
Dibuja una sonrisa y te regalo una rosa.
Qui pendra ma place.
Where were you when all was falling apart?
Ohiu egin nahi dut.
Whatcha wanna do.
Outside the rabbit hole it's a candy shop of poison.
Gotta be somebody for me out there.
No hell to discover. I've got it all inside myself.
Un paso aldeante, dos atrás. A veces el tiempo se detiene.
I'm not here for your enterteiment.

There's no reason, there's no rhyme. It's crystal clear.

Elle aprend à guérir, le reste importe peu.
You know... You know that I love you. I have loved you all along.
Comment, comment pourrais-tu savoir?
Je suis ma création. Je suis mon ambition.
Besarkatu. Ez zaitez ikaratu.
Posso scendere l'inferno e non bruciarmi mai. Posso tutto ma non posso ripartira senza lei.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Llamitas


En ocasiones la cordura se va por las ramas y el desvío se obstina en machacar la suavidad del sueño. Es inútil luchar contra la insistencia de la oscuridad. Suavemente la negrura se va aliando a un detalle cualquiera para apoderarse de mi atención y plasmar en la lobreguez que me ofrece la luz apagada un dilatado panorama de cosas vividas y supuestamente olvidadas.
Se trata de un caudal dispuesto a desgranar ideas, situaciones, frases y sutilezas que se empeñan en apoderarse de mi memoria y envenenarla con un sinfín de “instantes”, de “suposiciones” de cosas que había considerado ya descolocadas de mi propia vida.
La gente asegura que ese fenómeno se denomina insomnio. Sin embargo yo suelo calificarlo de noches despiertas. Noches que exigen resucitar traiciones y alegrías, desfalcos humanos y triunfos esporádicos, frustraciones y logros, aburrimientos y diversiones. Todo cabe en los insomnios vacíos. Es la realidad esfumada lo que más obliga a mantener diálogos con uno mismo o con personas alejadas de nuestro entorno, o con cualquier amigo o amiga que se ha convertido en un triste recuerdo de poca monta, sin darnos cuenta de que lo que envolvía nuestra amistad era puto aire.
Mercedes Salisachs.
Ese.Esa.Esos.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Love the way it hurts.


¿Hasta qué punto debemos ser amigos de nuestros amigos?
Límites, siempre límites. Y, ¿quién los pone? ¿Nosotros? Lo dudo. Lo dudo mucho.
No tengo razones, simplemente me pregunto quién, y el nosotros quedó descartado hace mucho. Más que nada porque el nosotros para mí no existe. Las personas realmente se reducen a yo o tú, y tú estás tan distante de mí como quiero que lo estés, y nunca, bajo ningún concepto, habrá un nosotros formado por un tú, y menos por un yo.
Esa es mi opinión, después habrá tantas como personas hay en el mundo, y aunque alguno me dé la razón, siempre habrá matices.
Me ha dado por fijarme en todo, en los pequeños detalles, y cabrearme por esos pequeños detalles.
I can’t tell you how it feels like. She fucking hates me…
Awesome.
No tengo ganas de seguir. Debería ordenar mi cuarto, mirarme un poco por encima la teoría de economía para después aprendérmela más rápido e irme a la cama a seguir con Baroja.
En fin. Ojalá les diesen por culo a unos cuantos y pillasen una infección y sida. Para quién no sepa que una infección que se propaga por todo el cuerpo, y con las defensas bajas es más fácil que lo haga, se llama septicemia (joder).
Ale, un beso a los demás (tú me caes bien, a ti te mataré el último).
Ciao.
Ese.Esa.Esos.

martes, 21 de septiembre de 2010

Etecé punto


Show me all the things that I shouldn’t know.
Hay cosas, muchas cosas. Algunas se saben y otras no. Dentro de las que no, están las que se deberían saber y en las que jamás deberías pensar. Y dentro de las que sabes, las que deberías saber pero no sabes lo suficiente, las chorradas que llegas a saber que no sirven para nada y que aún así no se te olvidan por más que quieras (ejemplo, a mí no me sirve para nada saber que una nube se llama de un determinada forma y cuántos tipos de nubes hay y diferenciarlas), o cosas que sabes pero que no deberías saber.
Y más, pero mi cabeza ahora mismo no da para recordar todas las opciones que he estado pensando antes.
Explicaría a qué viene todo esto, pero no le veo ningún sentido. Simplemente, de vez en cuando, pienso un poquito (y en chorradas. Que vivamos los anormales).
En fin.
Pasa lo mismo con las personas.
Gente que conoces y gente que no conoces.
Gente distinta que pasa por tu vida, y todos se van, o te vas tú. El caso es que no se quedan.
Y de la poca gente (en comparación con la que hay) que conoces en tu (también mía. Nuestra queda mal) patética existencia, la mitad, o más de la mitad, la mayoría, la gran parte, casi todos, no valen la pena, a tu parecer (matiz importante). Para algunos no eres nada, pero para otros de su/tu misma condición/personalidad/humor/lo que fuere, serás la ostia, mientras que para otros un engreído, teomaníaco, subnormal, pesado, y un muy largo etc. de posibles adjetivos con los que se podría calificar a una persona. Aunque basta con decir un simple “me cae mal”, y todo habrá concluido, en muchos de los casos. Ahí se quedan todas las explicaciones. O un “le odio, me ha jodido bastante”, también, o un sinfín de frases parecidas con la misma conclusión y ningún razonamiento un poco superior.
Esto me recuerda a un texto tratado en clase, de Fernando Lázaro Carreter. En el que habla del nuevo uso que le damos en la sociedad actual a los tacos, palabrotas, improperios, como quiera llamarse. Antes ni las mujeres ni los niños utilizaban palabras así, ahora se ha generalizado el uso de estas palabras, y el autor lo achaca a la pobreza de pensamiento reinante en esta nueva era de las tecnologías. Esgrime, o esgrimieron mis compañeros de clase, que es la televisión, los mensajes, el Messenger, cualquier medio de comunicación. Y en cierto modo tienen razón. Hace un par de años recuerdo cómo una muy querida profesora mía nos leía el periódico en clase, y los vocablos que utilizaba eran muy cultos, eran palabras bonitas. En cambio, el otro día por la televisión oí una palabra que me dejó entre alarmada y atónita, no la repetiré, porque me siguen sangrando los oídos, solo diré que era una muestra de un vocabulario completamente infantil, de cuando los niños empiezan a hablar y se confunden con los verbos, hacen regulares los que no son.
Me voy del tema.
La generalización que hace de que todos los que utilizamos “tacos” (así llamados en todo momento por él), no tenemos ni idea de hablar me parece bastante poco profunda.
En sí la tentación de generalizar todo me parece una estupidez, y sé que es inevitable generalizar, los hacemos todos y lo seguiremos haciendo (otra generalización).
Quizás sí que predomine una pobreza expresiva importante, pero ¿no es así como evolucionan las lenguas?
Dicen que las personas de Latinoamérica (que hablan español, no castellano) hablan mejor que los que hablan castellano. Y yo me pregunto, ¿por qué? Son una lengua que se ha dividido geográficamente y que aún no presenta grandes (muy grandes) distinciones. ¿Qué tendrá que ver, ahora mismo, el español con el castellano? Los dos se pueden hablar con una corrección pluscuamperfecta o de forma coloquial, vulgar, etc. No tienen que ver. Para mí son dos lenguas distintas, como las lenguas romances, todas provienen de una, pero por su división y mezcla con otras, se fueron diferenciando hasta llegar a ser lenguas independientes.
Total, que como siempre, no entiendo ni yo lo que digo.
Será mejor que me vaya, a ver si hago algo como leer a Baroja y aprovecho algo de lo que lea, bien sea para hacer crecer mi vocabulario o para adquirir experiencias ajenas que quizás me puedan ayudar en un futuro cercano o lejano.
Un beso por cada aliento que he robado a mi(s) lectores.

Ese. Esa. Esos.

lunes, 13 de septiembre de 2010

All I needed was holidays.


Me voy a volver anoréxica por vuestra culpa.
Después no me exijáis nada, que será vuestra culpa y solo vuestra, primero, por haberme cebado y haberme criado con unos hábitos alimenticios malísimos, después, por obligarme a hacer dietas asquerosas ideadas para gente de 30 y, 40 años, no para niñas de 10 y después de todo eso, dejarme a mí solita, con 13 años decidir lo que me convenía sabiendo que con esa edad lo máximo que sabes es lo que te enseñan en el colegio, y no está en el temario aprender a tomar decisiones acertadas.
Que, de verdad, no os sorprenda que deje de comer. Además, yo sé lo que hago, ahora sí.
Y si dejo de comer, será por algo, aparte de para decirte, jódete, papá, que he adelgazado un huevo y medio y ni tú has sido capaz de bajar lo que he bajado yo.
Cuando me vaya de aquí, de esta prisión o dictadura, según como se prefiera (también podría llamarse loquero/psiquiátrico, los medicamentos también están, como no), dejaré de comer hasta que me vea bien a mí misma. Anorexia controlada, como la llamó una amiga.
Espero irme el año que viene. Lejos, muy lejos y así poder olvidar el agobio que siento, no por el colegio, no por los amigos, sino por la presión que ejercen mis padres sobre mí, creyendo que van por el buen camino pero lo único que llegan a hacer es deprimirme, desmotivarme, hacerme sentir inútil, y un muy largo etecé.
En fin. Creo que me iré a engordar un rato… Joder, qué ansia. Qué asco.
Ese. Esa. Esos.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Punto


It’s never too late.

She can get it.



He makes me lose my breathe.
Don’t stop.
Hoy, más bien, ahora, estaba recordando todo lo que pasó en Gerona…
El cani de los cojones, el vasco (Euskera) el catalán… I.
Gracias a estos tres últimos personajillos, me lo pasé bien allí.
Y la verdad, me gustaría volver. Era como una utopía hecha realidad que duraría una semana, y yo lo sabía. Después todo terminaría y volveríamos a nuestras vidas normales como si nada hubiese pasado. Lo que sucedió allí,  allí se quedó y ya no se volverá a mencionar hasta dentro de muchos años, cuando vuelva a estar con I. y hablemos de recuerdos pasados juntas.
Hoy uno de ellos me ha puesto un vídeo en el Facebook. El monólogo que repitió dos veces y tanta gracia me hacía.
Y eso… No tengo demasiado que decir.
Así que, me voy.
Ale, un beso.

martes, 7 de septiembre de 2010

Desastres organizados.


Lost and insecure, you found me.
Bueno, pues esta canción es la de The Fray, You Found me, y sigue retumbando en mi cabeza desde aquella noche.
La verdad es que echo de menos a P., pero sé que es imposible volver a estar con él, y aún así, simplemente era alguien a quien escuchar. Que solo necesitaba eso, y es lo único que realmente quiero hacer yo.
No encuentro sentido alguno a hablar porque sí (hipócrita, lo sé) con alguien que no le interesa lo que digo.
Puede que les interese, y en tal caso, preguntarían, o puede que no, y entonces, si dijese algo que sobra, me mirarían mal, como hacen casi siempre que abro la boca, no sé si porque tengo voz de monstruo, mi boca es demasiado grande y parece que les voy a engullir, o les extraña tantísimo.
Sé que se podría interpretar algo como que huyo de mis problemas metiéndome en los de otros, pero no es así. No huyo de mis problemas, se habla y ya está (después comentaré el Big Bang). Asumo las consecuencias, aunque cierta gente diga lo contrario simplemente para hacer que me parezca más a él/ella, pero en el fondo, por muy engreído que suene, no soy como ellos (o por lo menos eso pretendo).
Big Bang theory;
Yo he llamado Big Bang a la discusión súper tonta que tuve con un “amigo” (aún no llega y siendo tan pesado, no creo que llegue nunca, la verdad) que duró 7 días. Al primer día yo estaba cabreada, y él se cabreó porque le mentí (mi mentira; ¿Qué te pasa?, Nada.) y empezó un discusión que aún no ha superado una semana después, pero la curiosidad de saber cómo acaba esto me puede. Ya no sigo discutiendo con él por que quiera arreglarlo, en el fondo dejó de importarme hace media semana, sino por ver si es capaz de olvidar y entender algo que para mí estaba entendido al primer día, y aunque ya estaba cansada de repetir lo mismo, seguía pidiendo explicaciones que no pienso darle, él no me dejó nada fácil entender qué coño quería, y ahora yo le tengo que dar todo en bandeja a un niñato que se cree superior por ir a la universidad y cree ser Dios. Pero bueno, qué más da, un gilipollas menos.
En fin, sigamos con otros temas.
El otro día pegaron a un ser muy querido, de las pocas personas por la que daría todo y más porque les dejasen en paz, y esta persona, ha puesto una denuncia, y esperaba de verdad que la justicia española hiciese algo para que personas como esas, dejasen de hacer tanto daño, o por lo menos, que ese hombre se lo pensase mejor, pero no. Está profundamente decepcionado. Es como si le faltase algo, o lo hubiese perdido y aún estuviese asumiendo su pérdida.
Más cosas de las que necesito escribir.
Hoy un tío me ha saludado diciendo, “Hola, yo te conozco, eres la cubana anticastrista”. Me ha jodido bastante porque ese mismo gilipollas hizo todo lo que pudo y más para que todos se alejasen de mí en fiestas justo el día que estaba mal de ánimos. Quise darles de ostias, pero aparte de que nadie me hubiese defendido, era yo contra dos monos enormes.
Parecía skin, ya que antes llevaba el pelo más largo, y ahora se ha rapado. Ahora se nota más que tiene la vista torcida, sus ojos azules resaltan bastante más. Y ya que animan a Fidel, éste podría hacerse nazi, rubio de ojos azules, el único nazi que conocería que de verdad encaja con el canon hipócrita de Hitler. Pero qué va, él es comunista, y animan a Fidel porque la Revolución como está montada es perfecta. Les animo a que pasen su puta vida en cuba, y ya de paso, que se lleven a toda su familia allí, a ver cómo cojones salen de ese infierno.
Y más.
A., los dos.
Empecemos por orden alfabético.
A., ahora me siento como si no fuese nada. La verdad no me molesta ni sorprende que esté tan bien con L., pero no sé, aún tenía alguna esperanza de que acabase. Ya son las esperanzas lo que se han acabado. Solo me queda apartarme de tu vida y desearte que seas feliz, te lo mereces.
A., te echo de menos. Pero, la verdad, es que no tengo ninguna gana de hablar contigo, se perdieron hace bastante, y vistas las ganas que tienes tú… Desanima bastante saber que cada vez estoy más sola y sólo me queda una persona, que espero que no se dé por aludida, sino me sentiría muy avergonzada. Pero qué más dará, ahora cada uno tiene cosas más importantes en las que pensar, como la universidad, como la novia que se traslada, como todas las fiestas que hacen y las decoraciones para dichas fiestas que hacen a mano y con todo el cariño del mundo durante días de trabajo casi sin parar (por lo que parecía).
Ya da igual. Siempre me he buscado salidas y siempre las seguiré buscando por muy llena de escombros que tenga encima. Simplemente, que os jodan con cariño, majos, porque a partir de ahora, la nena maja que conocisteis se ha ido. Estoy cansada de chorradas.
Ese. Esa. Esos.

Sparda, espero que sea poco el tiempo que tardes en volver a abrir el blog.
Un beso.