Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

viernes, 29 de julio de 2011

Just.

The solution is to become just like the air.

sábado, 23 de julio de 2011

Not yet.

jueves, 7 de julio de 2011

Magia.

Se ha perdido. Para siempre.
Hace tiempo que me da pereza escribir aquí, no sé por qué.
No tengo ganas de escribir las parrafadas de antes, que a nadie le interesan. Ni siquiera a mí, una vez escritas, nunca las releo.
Son recuerdos, dirán algunos. Y para qué quiero yo recordar lo estúpida que he sido y seguiré siendo? No voy a evolucionar. Me quedaré anclada en los tres años, como siempre.
Mis expectativas no son muy positivas, lo sé, pero es la verdad.
El ser humano ha llegado un punto en que la evolución es jodida, y los pasos que damos son cada vez más pequeños, como si cada segundo nos encogiésemos más, aislados en nuestra propia miseria.
Rodeados, siempre rodeados de gente que nos limita.
No podemos volar porque hay personas por encima que nos lo impiden.
El mundo entero es una fosa común. Y nosotros, los cadáveres.
Somos zombies. Todos y cada uno de nosotros.
Desde que Adán y Lilith fueron creados.
Y quizás fueron los únicos momentos de existencia real los de ellos dos.
El resto, nos consumimos por el tiempo, quizás ni siquiera eso, sino por la prisa que tenemos.
De pequeños, por crecer, de mayores, por llegar a los sitios y cumplir con los demás.
Todas y cada una de las sonrisas que soltamos de vez en cuando no nos pertenecen, ni lo harán nunca.
Sería bonito pensar que somos capaces de sonreir solos por la calle. Pero eso se acabó en la ESO. A partir de ahí, sonríe estando solo. Lo único que sentirás será estupidez, y se te borrará la sonrisa de tu perfecta cara cuadriculada.

Nos encanta llamarnos individuos, como que nosotros somos especiales, pero los demás tienen una etiqueta bien clara en sus frentes. Y nosotros, como no nos la vemos ni mirándonos al espejo, creemos que no tenemos ninguna.
Curioso, la verdad.
No somos nadie, nunca lo hemos sido y nunca llegaremos a serlo.
Nos concentramos en las pequeñas cosas porque las grandes se nos escapan.
No podemos abrazar por completo a alguien que es mayor que nosotros. Los brazos no nos dan, y nos sentimos frágiles y pequeños, y esa sensación no nos gusta.
Todos los que lo intentaron van ahora al psicólogo, a hablar de sus problemas al docto señor que se escuda detrás de la mesa y no nos escucha, aunque parece que sí.
Es un gran actor.  Pero sólo eso, un simple actor. Como todos.
La persona, querido desconocido, no se encuentra detrás de las apariencias. Es polvo, y no de hadas.

Nos inventamos una persona, llevamos su vida, y es lo único que tenemos, una apariencia muy bien formada. Algunos tienen varias, como queriendo escaparse de una de sus vidas. A esos, les llaman enfermos.
Es curioso que hay veces que la supervivencia haya llegado hasta tal punto. Pero siempre me ha asombrado lo que se es capaz de hacer.

Me aburro.

Un beso, aire.

lunes, 4 de julio de 2011

No te vayas, Peter.