Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

lunes, 31 de mayo de 2010

Change les vents


C'est moi et toi...

sábado, 29 de mayo de 2010

E.

09/12/2009 21:06:41 Para no saber nada de los remordimientos debes de tener una memoria envidiable o una vida lamentable

No, echo de menos que me digas que me quieres o que sientes algo por mi.

8/03/2010 22:23:59 Para no saber nada de los remordimientos debes de tener una memoria envidiable o una vida lamentable

aunque estas palabras te suenen vacias y despues de todo lo que ha pasado me taches de mentiroso, yo tambien te quiero...

17/03/2010 15:59:48 Para no saber nada de los remordimientos debes de tener una memoria envidiable o una vida lamentable

como quieres sabe rlo que pienso, si no lo digo?

17/03/2010 15:59:59 [i]Armageddon was yesterday; today we have a serious problem.[/i]

Quiero que lo digas..

17/03/2010 16:00:43 Para no saber nada de los remordimientos debes de tener una memoria envidiable o una vida lamentable

que me gustaria salir corriendo, tirarme encima tuyo, y quedarme dormido mientras te abrazo con fuerza

21/03/2010 18:57:26 Para no saber nada de los remordimientos debes de tener una memoria envidiable o una vida lamentable

aunque me comporte como un cabron desgraciado, aun te sigo queriendo

L)

Para nosotros solamente amor. Para nosotros solamente odio. Las palabras giran en torno a corazones que arden. La vida no nos da miedo, nosotros podemos abandonarla en un “relámpago”, y esto nos vuelve más libres que los dioses.

Me defiendo. ¿Saben ustedes algo? Yo no vivo por inercia. El no-morir, me cuesta al menos una batalla al día. Píenselo necios, quizá den con una respuesta para 100 acertijos.

Enajenadxs.

Ese libro está siendo como una puta biblia.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Pesadillas

Venga, que soy guay y me aburro mucho, además, ya iba siendo hora de que vieseis un verdadero motivo para tener pesadillas.

martes, 25 de mayo de 2010

:)

No, echo de menos que me digas que me quieres o que sientes algo por mí.

Aunque estas palabras te suenen vacias y después de todo lo que ha pasado me taches de mentiroso, yo tambien te quiero...

- ¿Cómo quieres sabe rlo que pienso si no lo digo?

- Quiero que lo digas..

- Que me gustaría salir corriendo, tirarme encima tuyo, y quedarme dormido mientras te abrazo con fuerza.

Aunque me comporte como un cabrón desgraciado aun te sigo queriendo. Te quiero, E.

Ya que mis lectores hace tiempo que me abandonaron, pongo lo que me salga de los ovarios, sin intentar preocuparme de la estética.

Y ya de paso, tampoco de la cohesión.

Fuck the paragrafs.

Fuck everything and everyone.

Fuck you, air.

Darling, don't forgot that I love you (to the air). You are my drug. :)

Teree! L)

El verano no habría sido la ostia sin ti, te quiero pequeña L) (Te saco horas, remember).

Firmado.

Átoma de colores.

domingo, 23 de mayo de 2010

Consolidación de un mundo bipolar

Ale, tendré que asumirlo algún día, no me puedo callar, no puedo dejar de escribir y mostrar a alguien lo que pienso, a ver qué efecto produce en él/ella (aún sigo con la esperanza de que algún alma caritativa pase por aquí y se lea de vez en cuando éstas chorradas).

Estoy hasta los ovarios de la gente, de lo idiota y antipersonal (adoro a Folie à trois) que puede llegar a ser.

Un ejemplo que me pasó el viernes, quedé con una “amiga” para ir a dar una vuelta, en su portal, además, que no solo tenía que estar a una hora medianamente lista para bajar, total, que dos horas antes, le había dicho que me pasaría por allí cuando saliese de la academia (francés, arg), y me dijo que sí, que sí que estaría. Y una puta mierda, el móvil apagado, y al llamar a su casa, me coge su hermano y me dice que se acaba de meter en la ducha. La próxima, si no quiere quedar, morirse sola en su puta casa, marginada toda su puta vida, adelante, pero que a mí no me joda las tardes, que por lo menos intento que salga de vez en cuando, pero ya se acabó, que tengo amigos con los que quedo todos los días que puedo, si ella se margina, no me dará ninguna pena, porque es su puta culpa.

Dios, qué mala redacción estoy haciendo, pero me la sopla.

Total, ayer escribí un artículo sobre el paro en el tuenti, como Antonio ya sabe y creo que habrá leído, o si no, tampoco me importa.

Como acabo de leer el texto de Sparda sobre lo mucho que le encanta el paro, paso de poner el mío, porque es deprimente comparado con lo que él ha escrito. Pero bueno, simplemente pongo unos párrafos.

Primero, el cheque bebe famoso, es un timo, los no-sé-cuántos euros por nene, los tienes que devolver con intereses al Estado, igual que las ayudas que te dan para cambiar de coche. El Estado a parte de meter las narices en cada aspecto de tu vida, actúa como un banco, chupándote la sangre y cortándote las alas.

Quiere dinero, y sube los impuestos (como al señor Zapatero le parece lógico). Pero, por lo menos a mí, me parece más lógico que atraiga fábricas y multinacionales importantes, por ejemplo, si pusieran otra planta de cualquier multinacional, ya sea productora de coches, ropa o alimentos, da igual, el empleo crecerá en la ciudad, descenderá el paro, y esa gente que ya no está en paro, no cobra del Estado, cotiza en la Seguridad Social, paga impuestos y como consecuencia, produce dinero.

Entra dentro del proceso de producción.

Y tampoco debe de ser tan difícil convencer a una empresa para que invierta en poner una planta en cualquier ciudad, sobre todo ahora, ya que la gente busca trabajo, todos intentarán conseguir un empleo en una de esas fábricas que demandan muchos miles de empleados.

Pues eso.

Joder, cómo me duele la tripa. La regalo, ¿alguien la quiere?

Ah, por cierto, jamás vayáis a un concierto de Melendi, y menos en un parking. A parte de que la acústica es malísima, Melendi en directo es asqueroso, más que de normal. Vale, me contradigo, qué coño haría yo en un concierto de Melendi si no me gusta su música. Jé, pues que iba con amigos, y me habían invitado a cenar, me llevaban, etc. Y la compañía era bastante buena, bueno Néstor siempre es buena compañía, aunque desaparezca de repente J

En fin. A ver si hoy mi intento de sacarme las tripas funciona y deja de dolerme, uff. Ya podría tener cáncer de útero o algo así, que me lo quiten de una puta vez y ya de paso, los ovarios y etc. Es una gran putada.

Ale, que ya me aburro y tengo una comida en la que no comeré nada, aparte de por el dolor de tripa, porque estoy a dieta. Quizás me vicie a las endivias y con dos ya me llenaré, por lo menos, tengo una excusa para no comer.

Voy a vomitar un rato, ya no aguanto más arcadas.

Se lo dedico a J.

Un beso a los demás.

viernes, 21 de mayo de 2010

Cloacas fabricadas por el miedo

¿Legislador quién te dio la potestad,

Para decir lo que está bien, lo que está mal?

¿Lo que se considerará como normal?

¿En qué momento una persona empieza a ser antisocial?

¿No será qué esta sociedad es antipersonal?

Encerráis a las personas tras las rejas de un penal,

Y sus crímenes reflejan un error estructural.

Lo que mal empieza esta condenado a acabar igual,

¿Radical mi planteamiento? Simplemente real.

Que los ricos nunca van a la trena,

Que con la cartera llena es más difícil que te caiga condena,

Que los juicios no son más que una escena,

Un teatrillo, y lo que cuenta es cuánto pesa la bolsa de tus bolsillos.

Ciudadano demócrata medio afirma sentirse inseguro,

Porque piensa que pueden robarle en cualquier callejón oscuro,

Y está seguro de que la solución es meterle un buen puro a

Cualquiera que rompa la ley.

Y me sulfuro, pues no entiendo que no entiendan que así la

Injusticia crece,

Que la raíz de los problemas sigue, no desaparece.

Y mientras gente se entristece,

El desequilibrio social, causante original del delito permanece

Y el fiscal se enorgullece,

Con el sufrimiento ajeno se enriquece,

Con la vida que perece

Y la rabia así florece

Y le perseguirá para darse lo que se merece

Y echemos un vistazo a la historia,

Veremos que la cárcel tiene larga trayectoria,

Y que nunca jamás ha conseguido poner fin a los crímenes que siempre ha perseguido,

Lo delitos son indicadores,

¿De qué? DE LOS FALLOS DEL SISTEMA, DE SUS MIL Y UN ERRORES

De tal modo que si hay robos es porque hay propiedad privada,

Y si hay asesinato es por la histeria desatada,

Provocada por esta sociedad mecanizada,

DONDE LOS SENTIMIENTOS YA NO CUENTAN CASI NADA.

Que la cárcel no resuelve problemas, solo pone tiritas, con clavos hacia dentro.

Y si tiritas y notas que tu corazón palpita cuando encierran a alguien

Es que aun no te has convertido en un humano frio cual estalactita.

La cárcel hay que tirarla aunque sea con dinamita

Y acabar con el poder como la criptonita.

Folie à trois

martes, 18 de mayo de 2010

Sin-Sentidos y demás desbarres

Temperatura, seguro contra incendios. Agua, Weinheiln, agua, creolina. Dios le castigue, veinte marcos. ¿Qué enfermedad tienes? Cuatro pastillas blancas y una verde al día. Oigo disparos, pero nunca veo balas. Le jugaremos malas pasadas a la locura. Mermelada ayer, o mermelada mañana, pero nunca mermelada hoy. Siempre estamos buscando. Creo que ahora estamos a punto de encontrar. Alimentados por siempre jamás con las migajas del viejo mundo, locos, loquísimos - sólo viviremos para enterrarlo - . Perdón por el monstruo que fui. Y perdón , ya de antemano, por el monstruo que seré. No se puede estar siempre mirando. Engúllame el cielo. Quien ama, odia. Quien ama, odia. Los demás: zombies. No, no soy normal: prefiero mil veces el odio a la indiferencia. Y buscar un libro, para perderte en él, y casi no volver a encontrarte. Nunca haré caso de quienes me ridiculizan, mientras un niño no se ría de mí. Un hogar es un sitio donde todo puede salir mal. Enajenadxs.

Ese. Esa. Esos han desaparecido para no volver.

No more. What did you expect to find?

jueves, 13 de mayo de 2010

La mujer de vapor.

Nunca se lo confesé a nadie, pero conseguí el piso de puro milagro. Laura, que tenía besar de tango, trabajaba de secretaria para el administrador de fincas del primero segunda. La conocí una noche de julio en que el cielo ardía de vapor y desesperación. Yo dormía a la intemperie, en un banco de la plaza, cuando me despertó el roce de unos labios. «¿Necesitas un sitio para quedarte?» Laura me condujo hasta el portal. El edificio era uno de esos mausoleos verticales que embrujan la ciudad vieja, un laberinto de gárgolas y remiendos sobre cuyo atrio se leía 1866. La seguí escaleras arriba, casi a tientas. A nuestro paso, el edificio crujía como los barcos viejos. Laura no me preguntó por nóminas ni referencias. Mejor, porque en la cárcel no te dan ni unas ni otras. El ático era del tamaño de mi celda, una estancia suspendida en la tundra de tejados. «Me lo quedo», dije. A decir verdad, después de tres años en prisión, había perdido el sentido del olfato, y lo de las voces que transpiraban por los muros no era novedad. Laura subía casi todas las noches. Su piel fría y su aliento de niebla eran lo único que no quemaba de aquel verano infernal. Al amanecer, Laura se perdía escaleras abajo, en silencio. Durante el día yo aprovechaba para dormitar. Los vecinos de la escalera tenían esa amabilidad mansa que confiere la miseria. Conté seis familias, todas con niños y viejos que olían a hollín y a tierra removida. Mi favorito era don Florián, que vivía justo debajo y pintaba muñecas por encargo. Pasé semanas sin salir del edificio. Las arañas trazaban arabescos en mi puerta. Doña Luisa, la del tercero, siempre me subía algo de comer. Don Florián me prestaba revistas viejas y me retaba a partidas de dominó. Los críos de la escalera me invitaban a jugar al escondite. Por pri-mera vez en mi vida me sentía bienvenido, casi querido. A medianoche, Laura traía sus diecinueve años envueltos en seda blanca y se dejaba hacer como si fuera la última vez. La amaba hasta el alba, saciándome en su cuerpo de cuanto la vida me había robado. Luego yo soñaba en blanco y negro, como los perros y los malditos. Incluso a los despojos de la vida como yo se les concede un asomo de felicidad en este mundo. Aquel verano fue el mío. Cuando llegaron los del ayuntamiento a finales de agosto los tomé por policías. El ingeniero de derribos me dijo que él no tenía nada contra los okupas, pero que, sintiéndolo mucho, iban a dinamitar el edificio. «Debe de haber un error», dije. Todos los capítulos de mi vida empiezan con esa frase. Corrí escaleras abajo hasta el despacho del administrador de fincas para buscar a Laura. Cuanto había era una percha y medio palmo de polvo. Subí a casa de don Florián. Cincuenta muñecas sin ojos se pudrían en las tinieblas. Recorrí el edificio en busca de algún vecino. Pasillos de silencio se apilaban debajo de escombros. «Esta finca está clausurada desde 1939, joven —me informó el ingeniero—. La bomba que mató a los ocupantes dañó la estructura sin reme-dio.» Tuvimos unas palabras. Creo que lo empujé escaleras abajo. Esta vez, el juez se despachó a gusto. Los antiguos compañeros me habían guardado la litera: «Total, siempre vuelves.» Hernán, el de la biblioteca, me encontró el recorte con la noticia del bombardeo. En la foto, los cuerpos están alineados en cajas de pino, desfigurados por la metralla pero reconocibles. Un sudario de sangre se esparce sobre los adoquines. Laura viste de blanco, las manos sobre el pecho abierto. Han pasado ya dos años, pero en la cárcel se vive o se muere de recuerdos. Los guardias de la prisión se creen muy listos, pero ella sabe burlar los controles. A medianoche, sus labios me despiertan. Me trae recuerdos de don Florián y los demás. «Me querrás siempre, ¿verdad?», pregunta mi Laura. Y yo le digo que sí.

Zafón.

Bueno, como ya le he comentado al hombre éste que parece ser que se llama Antonio, Anthony para mí, he decidido dejar de escribir. Pensaba dejar directamente el blog, pero me da pena que después de dos años de currarme un poquito la presentación y haber estado intentando actualizar esta mierda, hacer que desaparezca sin más.

No por mis dos seguidos y/o individuos vivos (o por lo menos que lo demuestran), sino porque, como bien ha dicho Anthony:

Te gusta lo que escribes?

La respuesta es más que evidente.

Un NO rotundo, pero simplemente lo hago para desahogarme y lo escribo aquí porque no tengo vida social entre semana o por la noche de un viernes me aburro muchísimo.

Quién sabe. De todas formas, estoy hasta los ovarios de todo y especialmente de todos (sobre todo ese cabrón que se consideró mi novio).

Si ocurre algún milagro, quizás me olvide de esto y vuelva a publicar algo mío.

Cuando me vuelva más loca de lo que estoy (en el peor de los sentidos).

Dejaré de buscar el arte en mis palabras para conseguir algo más, informar, por ejemplo (visto el éxito de mi querido amigo, creo que probaré a ver qué sale, si es un caos, quizás me quede igual, si tiene algo de orden, quizás lo cambie radicalmente).

Y eso. No creo que tenga nada más que decir, solo que os odio, que adoro a Zafón y a Larsson, y Beccaria es como una Diosa (debería estar casada con Zafón).

Ale, que folléis mucho, que os peten mucho el culo y etc.

(Cómo se nota que os quiero).

Ese. Esa. Esos.

S.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Cuasiporno?

Tick. Tick. Tick.

Resuenan las gotas de un grifo mal cerrado. Parece un reloj atascado en el mismo segundo, y así espero que se quede.

No puedo, no aguanto. Es imposible.

No es que te quiera.

Simplemente me gusta tu lengua.

Un, dos, tres.

Muévete.

Me gustas. Te gusto. ¿Para qué negarlo?

Se nota en cada mirada. En cada movimiento debajo de las sábanas.

No, no te quiero.

Simplemente me gusta tu lengua.

Eso. Métete en cada poro de mi piel. Haz que te sienta en cada cm de mi ser.

Tu mirada me encanta.

El agua fría ya no es suficiente.

Te necesito.

Ese. Esa. Esos.

S.

Algún día moriré virgen.

domingo, 9 de mayo de 2010

Procesos

Máquinas. Cuchillos. Serotonina en botes. Preparado para inyectar en sangre.

.

Enfermos-Mentales.

.

- Ahí.

- ¿Aquí es donde te duele? (Presionando fuertemente)

- Sí, cabrón, ahí. (Dándole una ostia en la cabeza)

.

Cuidado. La loca se escapa.

.

- ¿Qué te pasa, cariño?

- Me han perdido.

- ¿Quieres que te ayude a encontrar a tus papás?

- No, gracias. Si me han perdido será por algo.

.

¡Elisa!

.

Me busca. Debo escapar de sus brazos.

Esas marcas son feas.

No me gustan las drogas. ¡No quiero más!

.

Ese (está loco). Esa (delira). Esos (son idiotas).

.

Quiere absorberme, pero no dejaré que se meta en mi sangre.

Lo que ellos llaman locura es más lúcida que su “normalidad”.

.

No se dan cuenta.

.

- Levántate, mujer. El niño llora. 5:07 a.m.

.

¡Basta ya!

.

S.A.

martes, 4 de mayo de 2010

Puta yo, puta tú, puta ella. Putas todas.

Sé que no soy nada constante actualizando, pero es que no sé qué decir. No tengo nada que decir al mundo que sea medianamente bonito.

Lo único que soy capaz de soltar son algunas historias sobre la misma mierda siempre. Intentando que sea una queja que tenga alguna repercusión social, y quizás la tenga en mis dos lectores (o por lo menos los dos que dan señales de vida), pero es poco probable que salga de ahí.

Me gustaría conocer gente que pensase como yo y en la que pueda tener un mínimo de esperanza. Simplemente por la seguridad que da tener a alguien cerca que te entienda y sepas que va a estar ahí siempre, que aunque se encuentre fatal, siga estando ahí y que sea casi tan indirecto como yo.

Que sepa interpretar mis indirectas, que no se enfade por mis sarcasmos, que sepa de algo que no sean temas mediocres, de los que hablan todos los idiotas que hay por el mundo, no digo que no hable de esos temas, sino que sepa de más y no se quede estancado en el futbol o en la moda.

Sé que es imposible, pero aún así, no tengo otra cosa mejor que hacer que esperar y no hacer más que eso. No me pienso molestar en buscar, ya que si busco y creo que encuentro, pierdo el tiempo viendo a ver qué coño es. Que me encuentre él, y si de verdad le intereso para algo que no sea echar un polvo, quizás me piense dejar de ser borde.

Qué utópica soy.

Me siento como las estúpidas princesas de los cuentos. Que se sientan a esperar mientras les crece el pelo y se miran al espejo para ver lo guapas que están.

El problema es que el príncipe no llega y dudo que exista.

La perfección se emborrona con pequeñas manchas que se pueden pulir, pero cuesta y el tiempo es demasiado pesado como para poder levantarlo y decir “Hasta aquí he llegado, ahora quiero que pares. Es mi turno de poner las reglas”.

Se ve que la anestesia me afecta.

Puta ella.

Me duele el sitio donde antes estaban mis colmillos. Es un dolor vacio. Siento pero no siento.

En fin. A ver si me quemo un poco más y consigo recobrar algo de sentido, aunque sería feliz delirando toda la vida, y así seguiré, pero en menor medida.

Ese. Esa. Esos ilusos.

S.

domingo, 2 de mayo de 2010

Exilio (Depuraciones anímicas)

Let me tell you why I won’t die for you.

Cioccolato.

Cosas, muchas cosas rondando por los aires. Palabras, lavadoras, tubos de ensayo, libros, rosas, velas, fuego…

Queman y golpean mi cabeza como si de plumas se tratasen, como si no me fuesen a abrir la cabeza en canal dejando desparramados por el suelo todos y cada uno de mis más recónditos pensamientos.

Qué típico.

Un plancha volando impacta contra un hombro, ese mismo hombre en el que una vez lloraste, gemiste y ahora abandonas sin ningún tipo de dolor.

Ya sabía yo que tenía que hacer algo.

Bombardeos de locura caen como esa plancha desde el piso de arriba.

Golpes, ostias a presión. Hasta dentro, sí, métemela hijo de puta.

Claro que me haces daño, zorra, ¿no sabes que las agujas pinchan?

Ven, que te enseñaré cuánto pueden dañar, ven, cabrón, ven. Que ahora sabrás lo que es que la que llamas puta te posea, que pueda hacerte lo que le dé la gana como animal indefenso que serán con los sedantes de caballo que suministráis como caramelos.

¿Quién quiere meterse drogas conmigo?

Tengo dimedrol, escopolamina, y un par de sedantes más.

Los comparto, de hecho, soy tan buena, que os los regalo. El médico me recetó demasiados. Ese cabrón no sabe lo que me cuesta despertarme por las mañanas con esa mierda que me dice que tome. Por eso no los tomo, prefiero no dormir a dormir demasiado.

La rutina me espera y no seré la única que pierda el tren.

¿Sabes qué? Aprendí a meterte la aguja mientras dormías, sin que te despertases, un par de dosis más y estarás como nueva, cariño.

Sé que no te gustan las pastillas, pero lo necesitas, amor mío.

Tu enfermedad mental me da miedo, y por eso prefiero meterte lo que el buen médico te recetó. Sé que va contra tus principios, pero si no te enteras y lo hago yo por ti…

Sé que no te darás cuenta. Sé que no pasará nada.

El doctor es bueno contigo.

(En el último chute, ella murió por sobredosis)

Ese. Esa. Esos.

S.