Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

lunes, 19 de agosto de 2013

Ch.

En 10 minutos es mi cumpleaños. Y siento que no me queda aire para soplar las velas, que me faltan las fuerzas para no saber dónde mirar cuando me canten, y me quedaré mirando un punto fijo en la nada, intentando darme ostias para reaccionar. Quizás contra su recuerdo.
Joder, qué duro es verle y no saber qué hacer. Dónde meterme, o dónde huir. Pero no quiero huir, solo quiero dejar que me abrace, que me diga "Nena, ven" a mí, y a otras, pero quiero que me lo diga, joder.
No estoy bien con nadie, pero porque no estoy bien conmigo misma, o me hacen no estar bien. "Tienes que ser fuerte", "Lo que te digan los demás no importa". Ya. Retahílas que nadie sabe seguir y que todos conocemos.
Hay una diferencia abismal entre "persona que quieres" y "persona que conoces". Cuando son los primeros los que te ponen zancadillas, pasan dos cosas, dejan de ser queridos, y te hundes. Pero quedan otros, se llama "familia". Y me estoy muriendo por ellos, y no lo aguanto más.
Tío, que he llegado a pensar en atrocidades por ellos. Que era yo el problema, que debería desaparecer de sus vidas, que sobro. Y sigo pensándolo, sin poder evitarlo. Porque la de gritos que mis oídos han tragado me hace sentir cada día peor, que doy asco, y que no soy nadie.
Nadie me conoce porque me he llegado a creer que no merece la pena conocerme, que soy un problema. Y pocos se molestan en hacerme ver que no, y mientras ellos dan un paso por mí, otros me ponen barreras. Que si inútil, que si estúpida. Ya no puedo más, y lo único que me escucha es esto, una página en blanco.
Qué triste.

Un beso.
Feliz cumpleaños, S.