Sapere aude#2

Sigo cansada de correr.

Todo el día el mismo paso, todo el día el mismo movimiento.

No puedo más, pero por fin llega el fin de semana y podré andar bajo la lluvia, sentir las gotas de agua filtrándose entre mi pelo, recorriendo mi cabeza, dándome escalofríos y haciendo que mi cuerpo se convulsione en una mueca perfectamente caótica.

Hace frío y los libros se estremecen con el agua, pero esta vez no sacaré ninguno a pasear. Les evitaré el sufrimiento.

Necesito pensar en qué pasó ese día…

Ese mismo, que me escondí en la sombra de un viejo árbol, como una asesina acechando a su víctima escondida entre las sombras que el cervatillo extraviado escruta con cuidado, sin siquiera ver que unos pasos delante está su perdición. Un asesinato mal pagado, una violación, maltrato de un borracho, etc. Todo es posible.

Necesitaba verle pasar, verle andar… Verle, solo eso.

Ni yo misma sabía para qué.

¿Qué más me daba?

Pero lo necesitaba, igual que un alcohólico necesita una botella de licor barato antes de irse a dormir, y dejando siempre un baso en la mesilla por si acaso te entra sed después, o al levantarte, mismo.

Estaba obsesionada

¡No!

Necesidad no es obsesión.

Necesidad no es obsesión.

Necesidad NO es obsesión.

Esa frase que leí en un libro llamado Enajenados quema mi cabeza cual ácido.

Un solo capítulo de ese libro es un año de pensar, sin parar, sin dormir, a base de cafés y Red Bull’s y derivados.

¿Pensamientos atomáticos? Instinto animal.

No, no podía ser lo que me empujó a ocultarme allí justo a esa hora en ese mismo lugar donde antes no hacía más que un conjunto de despojos humanos y algún que otro depravado alquilando un cuerpo rebajado.

Fue tan bonito durante un tiempo… Cenas, bailes, risas, películas amontonadas en los rincones de nuestros cuartos que guardan tan buenos recuerdos, risas y lágrimas, te quieros dichos con demasiada pasión guardada y mil recuerdos más.

Time it’s over.

Yes, it's snow!

Acabo de llegar, y estas fotos ya están en mi tuenti y ahora quiero que estén en el blog. ¿Por qué en tantos sitios? Porque el tuenti me aburre, y lo borraré de un momento a otro, pero esque me da pena, tengo tantas fotos ahí...

Bah, qué más da.

Y eso.. Que no quiero comentarios sobre mí, sólo críticas crueles ^^ (Que es lo único que se puede hacer sobre un engendro como yo^^)

Ah, para quién no lo sepa, soy la de la primera foto xD

La otra es de otra persona (oh, hay que ser muy inteligente para darse cuenta).

No estoy inspirada para hacer nada más que estudiar y hacer esquemas...

Así que me limitaré a hacer eso...

Adiós.^^

Pasiones de barra

En fin… El tema de mi breve exposición filosófica creo que será…

Uff.

Estoy en blanco, no dejo de pensar en la nieve.

Es que ha nevado mucho.

Y en más cosas, pero tendría que privatizar el blog si lo digo, o cambiar el nombre de éste, o hacerme otro blog y ponerlo de tal forma que no se vea en mi perfil y lo tengan sólo algunos privilegiados que sabrán cómo me siento con respecto a algunas personas.

Bah. De todas formas, mientras no mencione demasiadas cosas que le hagan darse por aludido, perfecto, aunque ni siquiera se fijará en esta entrada si no le paso la página y le pido mi opinión sobre el soneto.

No sé.

Siempre me queda pensar y esperar a que el aire me entienda, o coger el teléfono y marcar el número que tan bien conozco y que tiene muchos seises.

Quizás sí. Quizás no.

No sé qué hacer.

¿Y si le molesto? ¿Y si no quiere oir mis típicos problemas? ¿Y si…?

Le considero mi mejor amigo, pero realmente puede ser amigo alguien a quién no has visto en tu vida y queda más de medio año para que quizás le veas por primera vez en tu vida, y te dará vergüenza hablarle, por tu estúpida timidez, que en realidad, es completamente irracional, porque has estado hablando todos los días, o casi todos, con él, de todo tipo de temas. ¿Si no tienes vergüenza?

¿Qué pasará?

Me estoy volviendo completamente loca.

Me costó más sacarle al único ex-novio que lo he considerado como tal que me quería… Jé. Fue divertido.

Y de verdad, le quería… Y por el colegio todo se fue a la mierda y ahora me tengo que conformar con hablar con él y verle feliz mientras yo me muero de soledad esperando que llegue alguien que esté a su altura para llenar el puto vacío que dejó (¿o fui yo?) tras de sí.

El otro día lo estuve pensando… Él era perfecto, por lo menos para mí (y parece ser que para otras también).

Le sigo queriendo, lo tengo asumido, pero no como antes, él tiene su vida y yo la mía, se juntaron un instante en el tiempo y se separó unos milímetros, suficientes como para saber que ya es imposible.

Le tengo envidia, y le admiro, por haber conseguido sobrevivir a mí, que a pesar de ser borde, insoportable y haberle dicho mil barbaridades, me sigue aguantando, aunque últimamente pasa bastante más de mí, o simplemente que antes yo pasaba de él más que él de mí y ahora necesito tener algún amigo de verdad, y por eso me fijo más.

Pero aún me sigo preguntando qué vio en mí. Me miro al espejo todos los días y veo lo mismo, una cría que sabe llorar y decir alguna que otra palabra rara.

Me siento como mi prima de dos años. Como si todo me diese igual, pero al quitármelo, empiezo a llorar, berrear, chillar, desgarrarme la garganta en fútiles gritos que no salen de mi garganta por miedo, miedo a las consecuencias.

Eso del amor es algo que no creo que sienta nunca, lo más cerca que he estado ha sido con él, aunque con Jordi me aproximo bastante también, pero es distinto, Jordi está aislado completamente por el agua… Y no puedo cruzar la gran distancia que nos separa con un salto.

Quizás deba asumir que voy a morir sola, virgen y con mis dos gatitos, Evangelin y Eliane. Sí, ya les he buscado nombres (qué patética soy).

En fin… Supongo que haberlo escrito y saber que quizás alguien que no sea el aire lo lea, me ayuda un poco (Antonio, ¿eres tú?).

En fin… Y ahora me espera mi familia para ver una película :)

Un beso a quien quiera.

ESE.

Sapere aude#1

No podía correr, estaba cansada, pero a la vez, temía por algo. Un terrible secreto que me flagelaba el pecho, como si me azotasen con un látigo de cuero hasta hacer desangrarme de un solo golpe.

Las balas a quemarropa son un castigo por el que con gusto cambiaría mi dolor.

Seguir corriendo. Sí, correr. Como una autómata hacia ese lugar que parece tan perfecto y a la vez tan imposible.

¿Fachadas? Uhm.

Quizás se derrumben a mi paso, como los faroles se apagaban al paso del viento helado cuando iba andando por aquella calle desértica del casco viejo, a tales horas que ya no quedaban borrachos, sólo prostitutas cansadas y algún que otro comprador de deseo a bajo precio.

Quizás eso de empezar un diario ahora sea un gran error, pero me da igual.

Las letras (o manchas amorfas sobre el papel con algún significado que sólo yo sé) son el mejor medio para el olvido.

Y de todas formas, siempre queda el fuego.

Triste futuro para mi memoria, pero no por ello mejor que el que me espera a mí.

¿El papel podrá sentir? Si es así, le compadezco, porque le haré cómplice de todos mis delirios.

Para empezar, o para terminar una pequeña introducción a mis pesadillas, por lo menos empecemos o terminemos bien.

Siempre he querido hacer esto, pero nunca he tenido oportunidad, ni ganas de hacerlo, y me considero una completa inexperta.

Nadie nunca me ha enseñado a cómo empezar a escribir, y quizás los métodos de ordenar un relato no hayan probado nunca a analizar mi grafía.

Supongo que lo primero que debía haber hecho es presentarme…

Me llamo Eliane, de 19 años de inexperiencia en temas de todo tipo.

Mis gustos… Uhm. Adoro aprender, leer, ver, escuchar y discutir (discutir no es necesariamente una pelea verbal en la que gana el que diga más improperios, sino defender una idea con argumentos razonables y tratar de convencer a el que defiende otras ideas).

Mi último reto es intentar defender la misma idea que el otro, pero de forma que parezca distinta, utilizando palabras polisémicas, pero que tengan relación con el tema de conversación los dos significados, hasta que a golpe de argumentación, se llega a la misma conclusión.

No es tan complicado como parece, pero con mi basto vocabulario no se puede explicar de otra forma mejor. Intento aprender palabras y a hablar bien, pero es tan complicado el idioma…

Quizás dé por terminada la introducción a mi cabeza y empiece con el desarrollo que emprendí al principio, pero en otro momento, hoy ya he gastado mi tiempo para mí y debo prepararme.

Debo leer. Debo aprender. Debo aprender a ser alguien.

[Me aburría y me da por escribir una historia, quizás debería dedicarme a los cuentos que tengo que hacer para dentro de 13 años por motivo de una apuesta, pero aún queda mucho :) Espero que, querido aire, te guste.]

ESE.

Demuestre o ahóguese, señorita Vetra. Mickey está contando los segundos.

Obsessed with the air.

Empiezo a estar obsesionada.

Las mismas palabras que leí en una página de internet queman mis neuronas como alcohol en la garganta.

“NECESIDAD NO ES OBSESIÓN.”

Empiezo a pensar que te necesito, pero en realidad, sigo estando aquí, siendo independiente.

Pero mi obsesión empieza cuando das un paso hacia atrás, y es cuando me toca darlo a mí hacia delante.

¿Qué debo hacer? ¿Avanzar o quedarme en mi sitio?

¿Si no vuelves, tendré que buscarte yo?

¿Amor? Nah.

Yo no puedo viajar, por mi condición de enana, y tú, por tu trabajo…

Es un tanto imposible.

¿Por eso guardamos las distancias? ¿Siempre a un metro?

Siempre a muchos kilómetros (en el sentido literal).

Esto, se parece a cualquier juego donde haya que guardar las distancias, y al fin y al cabo, es un juego, nada más. Los dos somos conscientes de que el cuento de hadas que me contaron de pequeña y que un día te conté a ti, no es posible por mucho tiempo.

Puede ser que estemos a dos extremos de la misma cuerda. Tú por un lado, y yo por el contrario, siempre a la misma distancia, excepto cuando tiras, y me tengo que acercar a ti.

Pero, ¿si quiero tirar yo?

Supongo que tendrías que avanzar.

Pero siempre has avanzado solo, y me has tirado.

Quizás arrastrado sea más concreto.

En fin, un beso y mil abrazos, querido.

ESE.