Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

domingo, 1 de febrero de 2009

No eternity.


Extraño silencio.

Extraño los largos silencios que compartimos,
Aquellos sueños de abrazarnos hasta que acabe el tiempo,
Hasta que caiga el mundo y muera la esperanza de ir al infierno,
Y caer juntos al cielo.
Fundirnos en un beso eterno.
Acariciar todo el cuerpo.
Adivinar que cubren los velos en esta oscuridad de las velas gastadas.
Cae todo en un suspiro.
Las sabanas esconden nuestros movimientos.

Tan solo un recuerdo cercano…

Nos retorcemos en el tiempo, ajustándonos a los días y buscando salirnos de la rutina.

Te quiero tanto que las palabras no son suficientes. Te quiero tanto que me dejas sin voz.
Es tan intenso el silencio.

Siento retorcerse mi alma con tu nombre… al oír tu voz.
Me gusta verte correr en el aire y saber que no te quemas entre las llamas.

El resplandor.

Débil alusión que sigilosa llega al alma.
Silencioso recuerdo que desaparece de una memoria extraviada, que llora… tan solo llora agua y cenizas de un mundo ajeno a los sentimientos.
Frágil palabra que no alcanza la nada.
Errante voz que se perdió entre el ruido del corazón al pararse con tu recuerdo.
Ahogada nota que desentona en un mundo perfecto.

Anestesia.

Solo un roce de total fatalidad.
Solo una caricia que jamás supo lo que era el cariño.
Solo un sueño inquieto que no supo cómo escapar.
Un recuerdo marchito en la memoria por la última evocación de un beso al morir el tiempo.
En aquél olvido que el sueño robo entre la nada de un alma sin cuerpo.
¿Qué es el tiempo?
¿Qué dicen las palabras?