Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

martes, 21 de septiembre de 2010

Etecé punto


Show me all the things that I shouldn’t know.
Hay cosas, muchas cosas. Algunas se saben y otras no. Dentro de las que no, están las que se deberían saber y en las que jamás deberías pensar. Y dentro de las que sabes, las que deberías saber pero no sabes lo suficiente, las chorradas que llegas a saber que no sirven para nada y que aún así no se te olvidan por más que quieras (ejemplo, a mí no me sirve para nada saber que una nube se llama de un determinada forma y cuántos tipos de nubes hay y diferenciarlas), o cosas que sabes pero que no deberías saber.
Y más, pero mi cabeza ahora mismo no da para recordar todas las opciones que he estado pensando antes.
Explicaría a qué viene todo esto, pero no le veo ningún sentido. Simplemente, de vez en cuando, pienso un poquito (y en chorradas. Que vivamos los anormales).
En fin.
Pasa lo mismo con las personas.
Gente que conoces y gente que no conoces.
Gente distinta que pasa por tu vida, y todos se van, o te vas tú. El caso es que no se quedan.
Y de la poca gente (en comparación con la que hay) que conoces en tu (también mía. Nuestra queda mal) patética existencia, la mitad, o más de la mitad, la mayoría, la gran parte, casi todos, no valen la pena, a tu parecer (matiz importante). Para algunos no eres nada, pero para otros de su/tu misma condición/personalidad/humor/lo que fuere, serás la ostia, mientras que para otros un engreído, teomaníaco, subnormal, pesado, y un muy largo etc. de posibles adjetivos con los que se podría calificar a una persona. Aunque basta con decir un simple “me cae mal”, y todo habrá concluido, en muchos de los casos. Ahí se quedan todas las explicaciones. O un “le odio, me ha jodido bastante”, también, o un sinfín de frases parecidas con la misma conclusión y ningún razonamiento un poco superior.
Esto me recuerda a un texto tratado en clase, de Fernando Lázaro Carreter. En el que habla del nuevo uso que le damos en la sociedad actual a los tacos, palabrotas, improperios, como quiera llamarse. Antes ni las mujeres ni los niños utilizaban palabras así, ahora se ha generalizado el uso de estas palabras, y el autor lo achaca a la pobreza de pensamiento reinante en esta nueva era de las tecnologías. Esgrime, o esgrimieron mis compañeros de clase, que es la televisión, los mensajes, el Messenger, cualquier medio de comunicación. Y en cierto modo tienen razón. Hace un par de años recuerdo cómo una muy querida profesora mía nos leía el periódico en clase, y los vocablos que utilizaba eran muy cultos, eran palabras bonitas. En cambio, el otro día por la televisión oí una palabra que me dejó entre alarmada y atónita, no la repetiré, porque me siguen sangrando los oídos, solo diré que era una muestra de un vocabulario completamente infantil, de cuando los niños empiezan a hablar y se confunden con los verbos, hacen regulares los que no son.
Me voy del tema.
La generalización que hace de que todos los que utilizamos “tacos” (así llamados en todo momento por él), no tenemos ni idea de hablar me parece bastante poco profunda.
En sí la tentación de generalizar todo me parece una estupidez, y sé que es inevitable generalizar, los hacemos todos y lo seguiremos haciendo (otra generalización).
Quizás sí que predomine una pobreza expresiva importante, pero ¿no es así como evolucionan las lenguas?
Dicen que las personas de Latinoamérica (que hablan español, no castellano) hablan mejor que los que hablan castellano. Y yo me pregunto, ¿por qué? Son una lengua que se ha dividido geográficamente y que aún no presenta grandes (muy grandes) distinciones. ¿Qué tendrá que ver, ahora mismo, el español con el castellano? Los dos se pueden hablar con una corrección pluscuamperfecta o de forma coloquial, vulgar, etc. No tienen que ver. Para mí son dos lenguas distintas, como las lenguas romances, todas provienen de una, pero por su división y mezcla con otras, se fueron diferenciando hasta llegar a ser lenguas independientes.
Total, que como siempre, no entiendo ni yo lo que digo.
Será mejor que me vaya, a ver si hago algo como leer a Baroja y aprovecho algo de lo que lea, bien sea para hacer crecer mi vocabulario o para adquirir experiencias ajenas que quizás me puedan ayudar en un futuro cercano o lejano.
Un beso por cada aliento que he robado a mi(s) lectores.

Ese. Esa. Esos.

1 comentario:

  1. Hola!!!
    Hace un tiempo que estoy desaparecida, entre que mi internet no va y que he adoptado un gatito...xD.
    Me gusta el cambio del blog, de hecho cada vez que lo cambias me gusta más, no sé si serán cada vez mejores o se mantienen y es el cambio.
    Y del texto...poca cosa, porque siempre me ha parecido que escribes bien, de hecho te envidio que yo ahora soy incapaz de escribir nada!
    Un saludo después del tochón este XD

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A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.