Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

viernes, 19 de marzo de 2010

El placer armado

El placer se arma. Su ataque es la superación de la alucinación mercantil, la máquina y de la mercancía, de la venganza y del líder, del partido y de la cantidad. Su lucha rompe la línea de la lógica del beneficio, la arquitectura del mercado, el significado programado de la vida, el último documento del último archivo. Su violenta explosión derriba el orden de las dependencias, la nomenclatura de lo positivo y lo negativo, el código de la ilusión mercantil.

Pero todo esto se debe poder comunicar. No es fácil el paso de significados del mundo del placer al de la muerte. Los códigos recíprocos están desfasados, terminan por anularse mutuamente. Lo que en el mundo del placer es considerado ilusión, en el mundo de la muerte es realidad, y viceversa. La misma muerte física, por la que tanto se llora en el mundo de la muerte, es menos mortal que la muerte que se vende como vida.

De ahí la gran capacidad del capital para mistificar los mensajes del placer. Incluso los revolucionarios en una lógica cuantitativa, son incapaces de comprender las experiencias del placer en profundidad. A veces lanzan condenas que no suenan muy diferentes a las condenas lanzadas por el capital.

En el espectáculo mercantil son las mercancías las consideradas significativas. El elemento activo de esta masa acumulada es el trabajo. Más allá de estos elementos del cuadro productivo nada puede tener un significado positivo y negativo a la vez. Existe la posibilidad de afirmar el no trabajo, pero no como negación del trabajo sino como su suspensión por un cierto periodo de tiempo. Del mismo modo es posible afirmar la no mercancía, es decir el objeto personalizado, pero solo como reificación del tiempo libre, cualquier cosa producida como hobby, en los retazos del tiempo que nos deja el ciclo productivo. Está claro que estos signos, el no trabajo y la mercancía entendidos de este modo, son funcionales al modelo general de la producción.

Solo por la clarificación de los significados del placer y los correspondientes significados de la muerte como elementos del mundo contrapuesto que se combaten mutuamente, es posible comunicar algunos elementos de las acciones del placer sin, por otro lado, ilusionarlos con poder comunicarlos todos. Entre quien empiece a experimentar el placer incluso en unas perspectivas no directamente ligadas no directamente contra el capital, está más disponible para atrapar el significado del ataque, al menos más que aquellos que se quedan atados a una anticuada visión del enfrentamiento basada en la ilusión cuantitativa.

De este modo es todavía posible que la lechuza alce el vuelo.

El placer armado. A. M. Bonnano.

1 comentario:

A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.