Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

sábado, 8 de octubre de 2011

This time I'm sorry.


A veces me pregunto por qué cojones volvemos a la carga.
Es curioso pensar que el pasado volverá.
Es fácil recordar esa frase que reza “Quien no recuerde su pasado lo repetirá una y otra vez”.
Hay partes de nuestro pasado que nos gustaría repetir. Quizás una tarde fantástica con las amigas, ese día que el novio decidió armarse de valor y pedirnos salir después de una tarde normal y corriente, con cena incluida en un italiano en la esquina de nuestra casa.
O simplemente una tarde en el tren, mirando por la ventana, mientras anochece. Llegados a una ciudad, una de sus calles te impacta tanto que deseas vivir en esa ciudad, pasar los días y morir en esa esquina triangular.
En esas cuestas, sobre esos adoquines.

¿Por qué? Simplemente por que sí.

Las razones tan simples me aburren, y busco unas nuevas.
Nos gusta esa calle porque es la típica calle que hemos visto en millones de películas, con esas farolas que le dan un aire parisino, en el que aparecerá un hombre guapísimo perfectamente vestido con unos pantalones beiges y una americana marrón, con un fular anudado al cuello, y tú te caerás y él se preocupará por ti. Tu torpeza te encanta en momentos así. Has conocido al hombre de tu vida y, sorpresa, estás casada, tienes 2 hijos llamados Victoria y Jack y toda tu vida está regida por una perfecta rutina. Dos llantos semanales, dos polvos mensuales, algunas hostias anuales.

Bienvenida al mundo, S.

1 comentario:

  1. A veces volvemos a la carga intentando no repetir el pasado. O intentando compensarlo de algún modo.

    Consiste en ir tirando mirando hacia delante hasta el día en que la palmes.

    Te quiero, gracias por lo de ayer. Necesitaba verte y contártelo (a pesar de la histeria/verborrea/color extintor).

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A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.