Beth miraba a través de la ventana a los transeúntes ajenos a su existencia.
En sus manos, la taza de té humeaba, lasciva en su ignorancia.
Al otro lado de la ciudad, Andreu dormía y soñaba con una mujer aérea, que corría surcando el aire, de espaldas a él. Su pelo rojizo ondeaba alegremente ante sus ojos, y él corría y corría detrás de ella.
Quería verle la cara, sus ojos, sus labios frescos. Pero ella corría y nunca se giraba estaba predestinada a estar siempre dándole la espalda.
Andreu no se dio cuenta de la belleza del paraje por el que corría. Estaba nublado, los colores mezclados de blanco, las piedras inacabadas, todo salido de un cuadro, un esbozo de Beth, con una ninfa corriendo a lo lejos, hecha para no ser alcanzada nunca.
Ya estoy algo más tranquila. Supongo que se me juntarán demasiadas situaciones, demasiados exámenes (venga, sólo me quedan 3 horas de exámenes, yo puedo sobrevivir).
Quedan dos días y horas para irme 3 semanas, para desaparecer y que nadie sepa dónde he estado, si en mi casa, en mi monte o quién sabe, quizás en el polo sur conociendo algunos pingüinos (fijo que tienen mejor conversación que la mitad de la gente de aquí).
Mi desencanto por casi todo sigue estando ahí. No veo ningún sentido a nada, y me pregunto si realmente existe o merece la pena hacerlo.
Estoy cansada de callarme, de hacer como si no supiera nada. Le gritaría a la cara que tiene un problema enorme, que está obsesionada.
Me cabrea demasiado la gente, hasta tal punto que han conseguido que esté indiferente, me encuentro en un estado que odio. Soy un puto zombie porque me da igual, como si se muere delante mío. No lloraría, no me llevaría las manos a la cabeza, creo que ni siquiera llamaría a nadie para que recogiesen el cuerpo. Hay gente que no merece ni eso, aunque una vez muerto, qué más dará que estemos bajo tierra que no en cualquier esquina (no creo que el día del juicio final vayamos a sobrevivir, y si es así, lo tiene más fácil, tendrá aire para respirar y no tendrá que levantar kilos de tierra después de años, aunque claro, esto es muy medieval, aunque es normal, es mi época favorita de la historia).
Y eso... Que a ver cuándo cojones reviviré (tell me when I'm gonna feel alive).
Un abrazo nublado.