Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

martes, 14 de marzo de 2017

Nº20.

Él está sentado allí, a un mundo de distancia, con un café sin azúcar. Tan café como su piel tensada, sonriente.
Su pelo se revuelve mientras habla. Su barba queda intacta, aún a esos centímetros de distancia que quiero, necesito saltar, tocar.
Pero mira a otra en ese espejo que nos separa.
Pero quiere a otra en ese espejo que nos separa.
Sus astros tiritan como sus rodillas aquella noche, en que el mundo era el momento y el frío quedaba fuera. Aunque el frío siempre estuvo fuera y lo que se interpuso fue el mundo.
Pero cómo no haber amado sus grandes ojos que me evitaban. Quizás escondiese en su tacto lo mismo que en los confines de sus océanos.

A veces, a recuerdos, nos quisimos. Y mi alma no se contenta con haberlo perdido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.