Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

sábado, 25 de mayo de 2013

Cartas a imposibles desvanecidos y no tan ausentes.

Querido D.,
¿Sabes qué? Eres lo único que me ata a la cordura, niño.

Querido A.,
Llega un punto en el que la confianza me asusta. 

Querido P.

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A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.