Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

viernes, 23 de marzo de 2012

Ellos mandan hoy porque tú obedeces. Camus.

Hoy andando por la calle, he recordado una escena que vi hace tiempo, en Finlandia.
Reconozco que me fui un poco lejos para encontrar algo así en la vida real. Es la típica escena de película, la verdad.
La describiré con todo detalle, me acuerdo hasta de la ropa que llevaban. A saber por qué se me habrá quedado.
Yo estaba cruzando un paso de cebra, con mi familia, y de repente, vi a una chica, que andaba muy rápido, con una falda que llamaba bastante la atención, de tul negro. Íbamos en la misma dirección, solo que ella un poco más rápido que nosotros, y al ser una plaza muy grande y no extremadamente llena, se le veía.
La seguí con la mirada, mientras se dirigía con prisa hacía un chico. Recuerdo que lo único que hizo fue tirar la bolsa que llevaba en la mano al suelo y abrazarla, nada más.
Pasamos al lado y no me pareció bien darme la vuelta a mirar.

Sinceramente, no sé porqué se me ha ocurrido esto mientras paseaba por la calle, porqué se me quedó tan grabada esa secuencia, y porqué lo estoy poniendo aquí.

Antes de escribir esto, quizás por inercia, pensaba que las dos discusiones más interesantes que he escuchado/leído/participado en mi vida han empezado siendo entre un comunista y un anarquista.
Realmente no me llama la atención que sea de ideologías supuestamente tan cercanas. O por lo menos, a las dos las sitúan en la izquierda.
Realmente, jamás he entendido eso de izquierda y derecha, sé la razón de esta forma de nombrar las ideas, pero no todo puede reducirse a una línea, y si está en la derecha, es esto y no se puede salir de aquí, y si es de izquierda, lo mismo, aunque hay más diversidad, a mi parecer. Es decir, están los socialistas, comunistas, anarquistas, pero en la derecha están los tradicionales, los que no quieren que nada cambie porque todo está perfecto, y si cambia, que sea lentamente. Como si la vida fuera lo suficientemente larga como para esperar a que las cosas mejoren así.
Sé que he dejado muy claro que yo soy de "izquierdas" con esto último, pero no, no lo soy.
Sé que es una cosa un tanto nimia, pero me parece horrible tener que nombrar de una forma a lo que pensamos, como si todos pensásemos lo mismo y no hubiese matices.
Por eso me gusta pensar en las ideas como si fueran árboles. Los extremos son la parte más alta de las ramas y las raices. Y eso solo para un tema, sin meternos en otro.

Por ejemplo, todo este tema del aborto.
A mí me dicen que no se debe abortar, es una vida, es lo que sea. Pero, por favor, si el ser humano es muy egoísta (podríamos culpar a la educación recibida, como en todos los casos). ¿Qué coño haces tú diciéndome que yo no puedo abortar si no quiero? O mejor dicho, ¿qué potestad? ¿Con qué derechos? Nadie puede decirme que no aborte, en cambio, tampoco pueden decidir si debo hacer.
E igualmente, seamos realistas.Quien quiera abortar, lo hará. Da igual que esté prohibido, que buscará lo que sea para abortar.
Los abortistas defienden la vida. No se han parado a pensar que la mujer que va a abortar puede morir puesto que las condiciones higiénicas no son siempre óptimas (debería ser una pregunta, pero es una afirmación).
Y si se tiene el derecho a abortar es porque la gente lo ha pedido y ha luchado por él. ¿Por qué la gente quiere joder la voluntad de otros y quitarnos la libertad a todos?
Vale, la libertad a la vida, hasta de un par de células entra en conflicto con la nuestra propia como posibles madres, pero, ¿qué? Es mi cuerpo, es mi vida, yo decido sobre mi cuerpo, y hasta que el niñx nazca, es parte de mí.
Y otro tema, vale, prohíben el aborto, pongamos que nadie incumple la ley (cosa difícil). Los niños no los van a querer, van a quedarse en orfanatos. Sí, eso que pagamos con impuestos todos. Esos niños van a comer, van a tener que vestir y recibir una educación. ¿Se la piensan pagar los que luchan por el aborto? Los cojones, lo pagaremos todos con una subida de impuestos. Entonces será cuando nos preguntemos a dónde va el dinero de los impuestos.

Ahí está lo que pienso, me he extendido un poco y me habré dejado algo, casi seguro, pero no importa. Quería ilustrar que esto es una de las ramas más altas o de las raíces. Habrá millones de argumentos más, a favor, en contra, lo que sea.
Y lo único que me pueden llamar a mí es "sucia abortista de mierda", o "abortista", quizás también asesina, pero yo no he matado a nadie. Eso del embarazo queda demasiado lejos, por no decir en otra vida, si hay.

¡Que vivan la etiquetas!

1 comentario:

  1. Sucios todos, sucios todos con sus etiquetas abortistas o pro-vida, qué más da, son personas con sus palabras jugando a ser alguien, a poder ser dioses.

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A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.