Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

jueves, 10 de marzo de 2011

Indescriptible.

Acababa de leer aquella magnífica carta que su abuelo le había escrito años atrás. Por aquellos años en los que su edad se resumía con los dedos de la mano.
Estaba ansiosa por crecer, por ser mayor.
Ya lo era, pero seguía teniendo las mismas pesadillas. A veces, y esto no lo contará nunca a nadie, se despertaba llorando, con el presentimiento de que había soñado con que la madre de Dumbo moría.
Y hoy, ella sería capaz de escribir el primer verso del poema número veinte de Neruda.
Hoy, ella era capaz de desmantelar la conspiración que tenían las estrellas en contra de la luna.
Se sentía capaz de abrazar sin temer que le metiesen un puñal por la espalda. 
Hoy, por lo menos.


Como siempre, ella se encontraba sentada en la cama. Enfrascada en un esencia de manzana. Deleitándose, drogándose más a cada bocanada.
Observó, por casualidad, una pequeña figurita de la Victoria de Samotracia. Y le recordó a él.
Triunfante. Orgulloso de ser él el único que probase aquellos labios prohibidos que tan sólo pertenecían al viento.
Fijó su vista en sus libros. En sus pequeños. Y los nombró, uno a uno, con gran cariño, intentando que ninguno se pusiera celoso.
No pudo más. Necesitaba verle, respirarle.
Asfixiarle a palabras.


Hoy no romperé la magia, Cita.


Tras estas dos... Cosas sin patas siquiera, que he utilizado para intentar calmarme, vendré a contar mis vivencias, otro día más (en esta cámara de gas).

Como bastantes sabréis, vivo en un territorio en el que las disputas por la forma de considerarse con comunes y un tema que siempre se discute de una forma muy acalorada, casi siempre acabando en insultos.
Nacionalismo, se llama. Los catalanes no son españoles, los vascos tampoco, ... Vamos, cosas así.
Yo no me he metido, la verdad. Ambos puntos de vista me parecen absurdos, y para otro punto de vista que criticar y que sólo yo podré defender, he preferido callarme.
Aunque aquí, mi pequeño Plutón, completamente anarquista, puedo decir lo que me apetezca sin miedo alguno a las críticas, ya que, si no os gusta, no comentéis o me criticaréis y quedará constancia de ello, y yo puedo responder, y seguramente, sea escuchada. En cambio, yo hablo bajo, aunque tenga una voz que puede hacerse oír a kilómetros, pero soy demasiado vaga hasta para gritar.
Yo creo (y cualquier otra opinión, aunque no esté de acuerdo con ella, es igual de respetable). Yo no creo en las fronteras, son todas políticas, jamás estuvo en la tierra grabado el nombre de Francia, Italia, Alemania, Andorra, y mucho menos de las ciudades ni comunidades. Supongo que una frase de una canción que dice algo así como "No pido nada, nada reivindico, pues hacerlo implica el reconocimiento de una autoridad con la que no me identifico" describe bastante bien lo que quiero decir.

Bueno, después de esto, una amiga, compañera, no sé ni cómo llamarla (una amistad está compuesta por dos partes, no sé qué me considera ella), ha puesto en el tuenti algo que parecía un himno franquista.
Vale que se considere española, pero de ahí a franquista, hay mucho. Y bueno, no voy a comentar más, sólo que se va a llevar más ostias a lo largo de su vida... Y no pienso ayudarle a evitarlas.
Suerte, R.

A parte de esto, me he dado cuenta de que en ese grupo no pinto nada. Les da igual si estoy o si no. Vale, es cierto que no salgo con ellas ni un fin de semana (y no lo haré en mi vida, me aburriría muchísimo), pero de ahí a las cosas que dicen... Que empiezan a hablar de qué van a hacer el fin de semana un lunes, yo no les cuento que voy a quedar con A. y C., que quedaré con Gato, con Liz, con quien fuera, porque les da igual, pero yo tengo que soportar oír sus planes sin estar invitada a ellos, de facto, no estoy ni invitada a la conversación. En fin. No diré más. Simplemente que se vayan a tomar por culo bien profundo con una farola, a ver si pillan algo. (Qué ganas de perder de vista este puto colegio)


Y eso es todo, no tengo más material para aburrir.


Un beso.

2 comentarios:

  1. Olé! Ves que elegante has quedado?
    Niña, si eres capaz de escribir cosas tan brillantes como esta (Y hoy, ella sería capaz de escribir el primer verso del poema número veinte de Neruda.
    Hoy, ella era capaz de desmantelar la conspiración que tenían las estrellas en contra de la luna) eres capaz de todo menos de aburrir.
    A mi me encanta leerte, ya lo sabes, y si además en tu escritura (cosa que insisto que haces muy pero que muy bien) reflejas que disfrutas contándonos cosas, el paseo por tu blog se hace obligado por la necesidad.
    Muchos besos
    Pasa buen fin de semana
    Cita

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  2. Di que sí, si pasan de lo que hagas, no se merecen ni ser escuchadas por ti. *Ahí va un abrazo de Liz*..Ñah, que las porculeen.
    No me meto en política, nunca me ha gustado, y me temo que nunca me gustará.
    Bonita plantilla.
    LLevo unas más de 8 horas levantada y creo que estoy un poco espesa.
    Besos, cielo :)

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A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.