Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

domingo, 2 de enero de 2011

Quizás Romeo. Quizás Julieta.


Escribamos pues, mostrando todo lo que ya se desborda.
Pensemos. Sí, pensemos en todo aquello que jamás fue dicho y busquemos un por qué.
Sólo uno.
O quizás, sólo dos.
Una, dos, tres copas de champagne.
Una, dos, tres noches de Trasnocho.
-          Quiero acercarme a ti y susurrarte al oído las miles de palabras que no existen y que sólo mi cabeza imagina.
-          ¿No hay nada que se le parezca?
-          No acierto a pensar nada.
-          ¿Qué es? Dame una pista.
-          No lo sé. Sólo sé que quiero besarte hasta que despunte el alba, dormir entre tus brazos sabiendo que allí se encuentra mi fortaleza, que en tus suspiros está mi mundo, y que día tras día, me doy cuenta de que te quiero más de lo que ninguna palabra es capaz de expresar.
Entre jugando y desjugando se va tejiendo algo.
Ebria de todo y a la vez de nada.
 Sintiendo cada latido como un golpe seco que lucha por salir de su pecho.
Sintiendo que todo acaba como empezó. En un juego.

1 comentario:

  1. Bonito eso de dormir en los brazos del otro, una pena que sea tan difícil....

    ResponderEliminar

A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.