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aquí nadie reza.

domingo, 16 de enero de 2011

Frío.51

Otra vez Diana Krall… Parece el preludio de una depresión, o una semana de dudas, de comerse la cabeza a cucharadas tras haberse licuado el cerebro.
Antes de ayer estaba feliz, o quizás eso se llama euforia, tan sólo quizás. La ilusión del que está ante un proyecto nuevo que le gusta e intento aferrarme a esa idea, pero cada vez queda más lejos, como si siguiera estando pero fuese algo que está en un rincón.
Contaré de qué va… 
Acordé con una compañera, amiga, no sé cómo llamarla que, como las dos queríamos aprender a tocar la guitarra, que nos apuntaríamos juntas a clases. Mis padres me dijeron que bien, que perfecto.
Fuimos a mirar una tiendita que hay por el casco, donde dan clases y tal. Fue un tanto como… Vale. S. (se llama muy parecido a mí) iba a llamar al timbre, y le dio a un cacharro que había por ahí, el tío nos vio en la puerta y pasó de nosotras, después llamé al timbre (de perdidos al río) y nos abrió. Dijo que tenía el horario completo, así que bueno, una desilusión, por lo menos para mí, que en ese momento no contemplé las demás opciones que había.
Al final acabamos cogiendo el tranvía y yendo hasta a tomar por culo, a un centro comercial (no se le podría llamar ahora así) súper cutre. Y bueno, llegamos a la lonja donde estaba el hombre éste, que también daba clases. Y bueno, estaba en clase, y nosotras entramos ahí, nos quedamos un rato intentando que la otra abriese la puerta, y al final, entramos para subir unas escaleras, quedarnos en el descansillo, y después volver fuera (en fin, no sé si timidez o gilipollez, ahora que me doy cuenta). Nos dimos cuenta de que había un timbre, y bueno, llamamos. Yo, la verdad, me esperaba al típico heavy guapo (se supone que toca heavy y rock), pero nada, un tío con el pelo largo, eso sí, con las típicas pintas de heavy desde que nació. Y bueno, subimos y entramos ahí, cuando estaba dando clase a otro, primerizo con algo de práctica, seguramente. Cincuenta minutos hablando. La verdad es que era muy majo, y se vende bien. Me llamó la atención su confianza, ya que ni siquiera pensó en la posibilidad de que no fuésemos a ir a sus clases, aunque supongo que es normal, si no tienes pensado ir, no te molestas en ir hasta allá.
No sé por qué lo cuento con tanto detalle, podría haber dicho simplemente que iba a empezar a tocar la guitarra algún año de estos y se acabó.
Por lo demás, no me ha pasado absolutamente nada bueno… Quizás lo de la ópera sea algo fuera de le rutina, pero poco más. Llegaré a las 12:30 al colegio y a las 8 matemáticas. No dormiré más de 5 horas. Qué genial.
Se me han acabado las ganas de escribir, y ya de paso las de vivir hoy. En fin.

Un beso y dos abrazos.

1 comentario:

  1. Una novedad que me recuerda que yo también estoy intentando enseñarme, pero a distancia con un curso por internret, con guitarra española.
    El miércoles tengo exámen de biologia de 12 temas, cuanto piensas que dormiré yo esa noche?
    Exacto!
    JE!

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A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.