Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

martes, 4 de enero de 2011

Cerca, muy cerca.

Ese escalofrío que te sube por la espalda justo cuando llega el primer mareo.
Sentir la brisa fresca rondando tu pelo y haciendo con él lo que le plazca sin que tú hagas nada por evitarlo.
Te gusta, no lo niegues.
Es un momento perfecto.
Tumbarte justo cuando hay olas y vuelas por momentos, ajena a la gravedad. Flotando en el aire y caer sobre una nueva ola que hace que tu cuerpo se acompase a los movimientos del mar.
Navegar en un velero.
Desplegar las velas. Primero la mayor, después la menor, ésa que está delante.
El barco se escora demasiado y el mar empieza a enredarse consigo mismo formando nudos corredizos.
Entras en las olas y el barco da pantocazos.
El mareo se ha ido. 
Adrenalina en la bañera central.

Pegadme un tiro.
Sí desde ahí, bien cerca.
A quemarropa, hija de puta.
¿Para qué te andas con chorradas?
Dispara.
Y el silencio se comió las palabras innecesarias.
Y los gritos abrasaron cada resquicio de aire.
Las definiciones se quedaron cortas. Solo quedan las miradas.
(¿Alguna vez has visto algo así?
¿Alguna vez has oído algo así?
¿Alguna vez lo has sentido?)
¿Para qué? Palabras.
Sin-sentidos. Desbarres. Delirios. Principios. Límites. 
TODO.
Vale, pues vuelvo a estar to’motiváh actualizando como una loca, porque sí y porque me apetece.
Son dos… Cosas (no sé cómo llamarlas) que escribí hace tiempo y que no sé si puse por aquí, aún así, aquí vuelven a estar para que la gente vomite en ellos, otra vez. :)
Los encontré por el tuenti buscando otra cosa, y mientras, ya de paso, me dedicaba a insultar porque me aburría a una que tiene en una página una foto suya en sujetador y pantalones cortos, pero vamos, que por poco no se le ve todo…

He estado pensando en un diálogo que nunca terminase… Reconozco que me encanta la idea. Estar hablando o escribiendo, o por qué no las dos hasta la eternidad.
Despertarse y saber que hay un mensaje, una llamada, o que está delante de ti esperando a que te despertases para seguir hablando.
Aunque hablar se queda corto, me gusta más la palabra comunicar. Y hay mil formas de hacerlo, como todos mis lectores (ahora creo que hay de eso) sabréis, puedes decir mil cosas sin abrir la boca. Simplemente respirando, o haciendo notar que respiras. Acercarte, quedarte en su cuello. Engancharte a él y permanecer así horas, sabiendo que está entendiendo a la perfección que le quieres y que no puedes estar sin él/ella.

A veces despierto y vuelvo a la realidad, y me doy cuenta de que eso, ahora mismo, se acabó. No habrá más silencios grandilocuentes. No habrá más palabras acalladas por besos eternos. No habrá, de momento, nada.
También sé que estoy buscándole a él, y que le busco entre ellas, pensando que quizás haya alguien así. Lo busco entre ellas porque soy más capaz de entenderlas, ya sabéis, por eso de que pensamos más parecido (o eso quiero pensar).
Me intento convencer, de verdad, de que algún día podré ser feliz, pero mi razón esgrime mil y un argumentos en tan solo una noche, y necesita mil y una noches para olvidarlos.

Me he propuesto ser más simpática con la gente, y a ver si soy capaz de conseguirlo, de momento, seguiré considerándome simpática selectiva, sin saber a qué razones atiende mi selección.
Aunque supongo que, como en todo, buscar algo de diversión, ya sea una discusión, una conversación agradable, una pelea de estas a ver quién suelta la mejor frase (en plan niñato, Folie à trois), cualquier cosa para darme cuenta de que aún queda gente y esperanzas para mí, o por lo menos intento esforzarme en creer en eso.

A veces me he sentido como movida por olas de palabras. También por una melodía.
Cerrar los ojos y dejar ser arrullada por caricias que no existen que te mecen sin moverte. Es una sensación agradable, o eso a mí me parece.
Y me gustaría conseguirlo algún día.
Ser discípula de Vivaldi, y hacer con las letras lo que él con la música. Interpretar su Cuatro estaciones, y como único instrumento, las palabras. Quizás algo de piano y violín, pero en segundo plano. Quizás también con un cello.
En la película The Holiday, uno de los personajes le dice a una de las mujeres que sólo ha utilizado las notas buenas…
Yo quiero utilizar palabras buenas para hacer vibrar con ellas, como han conseguido hacer que vibre con cada palabra Ángela Becerra y Lola Beccaria con esos libros que tanto menciono, pero aquí van una vez más. Ella, que todo lo tuvo y El arte de perder.
También he estado pensando en las imágenes que dan los escritos. Me refiero a qué hacen o qué dicen a la imaginación que imagine.
Todos, o eso creo, cuando leemos, nos hacemos unas imágenes en nuestras cabezas de la historia, de lo que pasa en cada momento. Imaginamos los personajes como a nosotros nos gustan, algunas veces dentro de las descripciones de los autores, y otras, olvidamos completamente y damos rienda suelta a nuestra imaginación. A mí, hace años, cuando leía Memorias de Idhún, me pasaba eso. Hasta el punto de que una vez me estaba leyendo en mi cuarto, me fui al salón para seguir leyendo con mi padre y puse la televisión buscando el canal en el que estaban poniendo el libro. Es estúpido, lo sé, pero me pasó varias veces.

También quería decir que he empezado a escribir una historia, a partir de un sueño un tanto extraño que tuve el 31 del año pasado.
Aún no la he empezado, y sé que me quedaré en la página 30, es como una maldición, no tengo la suficiente paciencia como para seguir con algo hasta el final, y menos para detenerme tanto en cada detalle para que no se me acaben las ideas, y ni siquiera se me acaban, sino que vuelan por otro sitios y no soy capaz de enlazar algo con lo otro, o simplemente que no tengo tiempo (curiosa frase ésta).

En fin. Será mejor que empiece a buscar en internet los comentarios de historia o a sobornar a mi ex para que me los haga, que para algo está estudiando eso. xD

Un beso y mil abrazos para cada uno (me siento optimista ^^).

2 comentarios:

  1. me encanta tu sentimiento de hoy, a ver si se me pega un poquito.

    Besos

    ResponderEliminar
  2. Buenos días ..! ^^ Soy Esti, la amiga de Cris...la del Salón del Manga. En fin, no se me ocurre como más identificarme, pero supongo que ya sabes quién escribe xD
    A lo que iba: que me encanta tu blog y lo que escribes. Me he tirado media mañana leyéndolo...Lo sigo. Pasa por mi Crashing Lolita si te apetece ^^

    Gracias por tu atención, besos, y feliz año =)

    ResponderEliminar

A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.