Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

viernes, 7 de enero de 2011

.5

Vale, esto es completamente asqueroso.
Salí y me pongo enferma justo los últimos días de vacaciones… Justo el día que iba a quedar con una amiga para hacer un trabajo de anatomía que acabaré haciendo yo porque me aburro. La verdad es que podríamos hacerlo entre tres o cuatro, ya que cada una tiene que hablar unos 10 minutos, pero bueno, qué más da.
Me voy de lo que quería decir, aunque, ciertamente, no quiero decir demasiado.
Estoy enferma y no puedo salir a cenar con gente a la que me apetece ver, con gente que llevo viendo algunos días y no veía desde verano. Gente a la que me lanzaría a sus brazos, simplemente porque me apetece.
Quiero salir a hacer fotos al cielo, pero no me apetece vestirme. En fin, son las 6 y media y no me he vestido, no me he duchado, no he hecho absolutamente nada… Bueno, sí, resúmenes de economía, y en cuanto acabe de hacer una entrada decente, me pondré a estudiar historia. No sé para qué cuento esto, pero qué más da.
Sigo escuchando Folie à trois, y no soporto las ganas de llorar, quizás por la luz, quizás porque me estoy ahogando, quizás porque es todo horrible.

Esos gestos que se grabaron a fuego. Esos ojos que del brillo te dejaron ciego.
Llorar de rabia al verse impotente. Llorar sin saber muy bien porqué o sabiéndolo perfectamente. Cristalino claro. Transparente como lente.

Le he hecho una grulla a C. Me aburría y tenía que contestarle de alguna forma, aunque seguramente le dé la grulla, no la abrirá y se quedará sin saber que había algo dentro.
Quizás sea como un acertijo, el Béb / eme (sí, lo he escrito así, en las dos alas).
Creo que ya habré llegado a las 100 grullas, me faltan otras 900 para poder pedir un deseo.
En fin. Son bonitas, sobretodo quemadas.
Viva la piromanía.
Una pirómana sin mechero que no sabe encender cerillas. Qué triste.

Última bala.
¿Qué me hicieron? No me quemo.

Será mejor que me vaya a estudiar, aunque antes pondré un posible comienzo y final de la historia esa rara de la que hablé (aún no tiene ni título. Equisdé)
A Liz, si lo lee, le sonará esto, ya que me he basado en cuando la conocí para empezar la historia. :)

Quizás, aunque sólo quizás, debería presentarme antes de empezar a contar mi historia.
Y como es sólo una posibilidad, se quedará en sólo eso. Ya me iréis conociendo.
Simplemente decir que me llamo Vittoria.

27.12. 10.

Estaba muy ilusionada, a pesar de que ese rollo no me iba demasiado. Pero estaba ansiosa por pasar el día con unos cuantos amigos.
Ése era el día que iban a ir a Getxo, otra vez en coche, con un dolor de cabeza horrible.
Yo iba delante, con mi padre, que había accedido a llevarles. Detrás iban tres amigos, Jeannette, Dan y Michelle.
Dan no dejaba de hablar, con esa cháchara molesta para evitar un silencio incómodo a su parecer.
Yo iba con la música a tope, intentando no pensar, dejar de existir por momentos.
Michelle y Jeannette hablaban, aunque Michelle estaba casi siempre callada, en su mundo, pensando en todo y a la vez en nada. Ajena a todos.

Y me he quedado ahí. Es una mierda, no me gusta y lo quiero borrar.
Parece que se acabó mi optimismo.

Un beso y mil abrazos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.