Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

martes, 28 de diciembre de 2010

Insuficiente.

Aii mi nena borde (L)

Literalmente copiado de una conversación que tuve ayer.
Me llamó muchísimo la atención, de facto, siempre me han llamado la atención los posesivos.
Me estuve preguntando ayer a las tres y media de la madrugada, mientras leía Luces de bohemia, si realmente se puede poseer algo. Si realmente el precio que pagamos será el adecuado para alguien que morirá en unos cuantos años, y en cambio, esas letras son para siempre (jódete, Sócrates).
También me llaman la atención los adverbios de tiempo, y ahora especialmente.
Gracias a una conversación con A. (cómo las echo de menos…), pude plantearme qué es el tiempo, y qué significado pueden tener el siempre y el nunca. El siempre indica que es algo completamente normal, pero, ¿qué es la normalidad? Dicen que lo que hace todo el mundo. Subnormal, lo que está debajo de lo normal, ¿cómo se puede estar debajo de algo que no está completamente claro qué es?
No sé si me explico bien y si alguien conseguirá llegar a donde quiero llegar. Siendo la normalidad algo subjetivo, que lo es, al igual que todos los términos abstractos, nosotros tomamos como definición de esta que lo normal es la rutina, y con ello, nuestra rutina (posesivos, siempre rondando). Entonces, yo, para mí, soy normal, pero para el de al lado puedo ser el bicho más raro del mundo. Él/ella, me considerará anormal, es decir, sin normalidad. Lo curioso es que yo puedo ser anormal haciendo lo mismo que hace el que me juzga. Supongo que ahí falla algo, y ese algo son las épocas, las modas, las tribus urbanas a las que pertenezcamos, o en las que quieran etiquetarnos.
Uhm. Yo odio etiquetarme (yo, yo y yo). Mi razonamiento es que siendo tan cadente el lenguaje y faltando palabras para definir todo, aunque sea una mesa marrón completamente normal, nos faltan palabras que incluso conocemos como textura, materiales, etc. Me refiero a que cómo se va a describir a una persona con una sola palabra que ni la mitad de personas que viven en la tierra conocen con exactitud todo lo que esa palabra conlleva. Y ahí entran todas esas chorradas que dice la gente de que todos somos iguales, blablablá. Vale, ¿iguales ante qué? Ante la ley, únicamente y bajo mi criterio, que está completamente sujeto a error.
Espero que alguien sea capaz de seguir lo que digo, sino me rendiré y me dedicaré a contarle cuentos a mi primito, a leer y a estudiar, haciendo exactamente lo que se espera de mí.
Me siento algo tonta, como si me quedase en las cosas más pequeñas, detalles que forman un todo, pero sin darme cuenta de ese todo. Esforzándome por juntar piecitas sin mirar un modelo teniéndolo delante. No sé qué considerarme, la verdad, como he dicho antes, nada conseguirá describirme.
Uhm. También me he dado cuenta, o mejor dicho, he reafirmado que para mucha gente soy invisible. Me miran pero me traspasan, como si no existiese. Hace años unos amigos me dijeron que era como un fantasma, que muchas veces no se acordaban de que estaba allí, y esto me hace pensar en una persona, un compañero, C., no habla casi nunca, es el típico tío que quiere hacerse el malo pero que en realidad es un cacho de pan. Yo lo vi en la cara el primer día de clase. Me hizo gracia, su forma de vestir desentona con él y a la vez no. Es como si no le pegase vestir así, pero tampoco ningún otro estilo. Supongo que me habré acostumbrado a él. Total, que no habla nunca y no pasa inadvertido, aunque es cierto que en mi clase, nadie. Son casi todas unas arpías sin vida propia que no dejan de hablar de los demás. Aunque es cierto que por primera vez en mis muchos años de estudiando, los tíos ponen más a parir que las tías.
En fin. Tengo muchísimo sueño, lo mejor que puedo hacer ahora mismo es dormir, por la noche estudiar y intentar alejarme del puto vicio que me han creado mis dos freaks favoritas.




Todo roto para ti.
Todo o nada. Despierto de repente.

Un beso.

6 comentarios:

  1. Cada vez me voy quedando más sin palabras, no me explico como puedes escribir tanto y tan bien. No lo dejes, contarle cuentos a un primito no está mal (no puedo decir que no lo he hecho nunca) pero esto que haces aquí es mucho más importante. Hablar, reflexionar... pero no sobre crisis mundiales o leyes absurdas si no sobre las pequeñas cosas, las que siempre he pensado que conforman el mundo, micropárticulas.

    P.D: a las arpías que las follen!

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  2. Ahora te devuelvo yo las gracias!!
    Me sorprende mucho que hayas podido leerlo entero, ya se que no es muy extenso pero pense que era un coñazo.... el otro lo tenía como medio de expresar mis sentimientos e inquietudes... así como cosas que no me atrevo a decir o poner en tuenti para que no me den el coñazo...lo dejé tuve uno compartido con una persona, me sentí engañado, lo dejé y volví a él.
    Al final decidí que la etapa se había terminado, deje el blog y a personas por el camino. El nuevo lo abrí con el pensamiento de escribir historias o cuentos, pero al final parece que voy a escribir como siempre lo que me da la gana sin ton ni son.

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  3. Asi que con obsesiones... ya veo.... Pues si, es muy raro todo esto, es de esas veces que crees que conoces a la otra persona y me da un poco de miedo porque no hablaría así con alguien si supiera que me conoce. Si alguna vez quieres compartir algo estaré encantado de leerte ;)

    Por cierto se me olvido recomendarte el incienso de Coco antes....

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  4. Dispuesto estoy, me parece bastante interesante. Aunque no me puedo comprometer a darte opiniones en breve (malditos exámenes). De cualquier modo la decisión es tuya.

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  5. Dame otra via de comunicación si quieres saber algo más!! no me parece tampoco bien andar parloteando en comentarios, si te parece bien puedo escribir al correo k me mandaste!

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  6. Muchas gracias... me acaban de informar de una falta de ortografía U.U así que la arreglaré ahora.

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A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.