Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

lunes, 15 de noviembre de 2010

La Nascita di Venere.


Estoy cansada de tener que ser tan moldeable. Ajustarme al momento y saber cuándo tengo que abrir la boca y saber medir mis palabras.
Ciertamente, es horrible que alguien te esté todo el día controlando, y cuando crees que puedes decir lo que te dé la gana, te das cuenta de que no, de que siempre habrá una frase que te joda todos los esquemas.
Me huelen las manos a incienso. Y a humo. Adoro ese olor. Me recuerda al fuego.
En fin. Estoy cansada de tener que ser ordenada, de tener que ducharme todos los días, de morirme por tener una colonia de Dolce&Gabbana o un bolso de Cavalli. No quiero andar con zapatos, es más divertido andar descalza. Cierto que te haces daño, pero por lo menos sientes que estás viva y aún te queda mucho camino por recorrer y algunos serán lisos y sin piedrecitas, y otros estarán llenos de ruinas. Supongo que el fuego quemó esos caminos por donde antes había tanta vida.
También odio los horarios. En cambio sé que jamás podré salirme de ellos, o por lo menos, de momento no. Ya llegará, espero.
Límites. Siempre límites.
Cada vez odio más a Platón. Le tengo muchísima envidia.
¿Cómo pudo él darse cuenta de tantas cosas que ahora se dan por sentadas?
Joder, es como la gravedad. Y aunque la física diga que existe, por cojones, yo digo que podría ser cuestionable (ya lo siento Newton).
Igual sí es cierto que somos esclavos, y de hecho, con esa parte de su teoría, estoy completamente de acuerdo, pero, ¿de verdad habrá algo en lo que no exista ni el bien ni el mal, que todo sea perfecto?
Sé que todo eso son conceptos, y como tal, han sido inventados por humanos como yo y el que lea esto, pero no por ello han de estar bien. Quiero decir, que los conceptos abstractos jamás podrán estar bien definidos, y si no pueden ser definidos, entonces, ¿qué son? No son nada, algo de lo que hablan algunos sin conoces y otros buscan en él algún significado. Y con el vocabulario que tenemos, es imposible definir algo que no se conoce.
Cada uno puede pensar que sí, que lo conoce. Pero siendo algo de lo que no tenemos más que una simple palabra que dentro de unos cuantos años será olvidada y que en realidad, no servirá de nada, ¿es posible saber realmente algo?
Ni dialéctica ni pollas. No se puede.
El conocimiento es limitado por el lenguaje (mi opinión) y basándome en eso digo todo lo demás.
Sé que no se me entiende, pero quizás necesitase decirlo.
Decir por una vez lo que pienso sin intentar que nadie, y cuando digo nadie, es NADIE, lo entienda, y quien lo entienda, felicidades.

En fin. Me voy a la cama a soñar con llegar a la verdad (bien, otro concepto que no se sabe qué es).

Un beso.
Ese.Esa.Esos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.