Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Hoy va por ti.


Vale. Creo que por el título te habrás dado por aludido. Sino ya te irás haciendo una idea.
No te comento más que nada porque tengo tanto que decir sobre ti que no me entra en un comentario (hay límites).
Supongo que podría resumirlo y esquematizarlo, pero me cuesta más pensarlo así que decir lo primero que se me ocurra y delirar mientras se me ocurre otra cosa.
Supongo que lo primero que tendría que decirte es que en el fondo te quiero mínimamente (ciertamente se puede hablar contigo de lo que quiera). Pero eres un puto pesado, o si no, no me haces ni caso. Un extremo u otro. Y supongo que por eso me comporto así contigo… Te lo tomas como que paso de ti, y no me extraña, admito que a veces sí, pero de ti como de todo el mundo. Sé que ahora mismo me caes mejor que antes, cuando hablábamos todos los días. Me agobio. No puedo evitarlo. No me gusta nada que alguien esté tan encima de mí y que por cualquier cosa se preocupe o mejor dicho, me aburra con sus preocupaciones. Son mis cosas, y como mías, puedo elegir a quién contarlas y a quién no, y deberías entenderlo mejor que nadie. Tú haces lo mismo, pero eres peor que yo. Yo soy predecible, y mucho, lo sabes, y sabes perfectamente que si estoy mal, me voy a poner a escribir, es mi forma de desahogarme, o sino gritar, salir a dar una vuelta y ponerme a correr, gritar, hacer lo que me apetezca. Y cuando escribo, sé perfectamente que entiendes lo que digo, aunque me esfuerce para que no sea así, pero no lo consigo, y en cambio, yo no entiendo lo que dices, me hago ideas que pueden acercarse más o menos a lo que realmente tú quieres expresar, pero no puedo hacerlo de otra manera. No estoy tan jodidamente loca como tú.
Otro aspecto que me molesta de tu carácter es que te crees saber todo, y no es así. Hay cosas de mí que conoces y que gracias a eso puedes interpretar lo que digo, pero muchas otras veces te faltan datos y te los inventas, y lo odio. Además, y aunque sé que yo no soy una santa, me haces sentir súper subnormal, como si no supiera absolutamente nada y tú todo. No es así, y lo peor de todo es que lo sé, y por eso mismo me jode aún más.
Todo esto cuando hablamos por el msn/tuenti, que te pones súper pesado cuando no tengo ganas de hablar. En persona es más relajado, sé que puedo estar perfectamente en silencio y que quizás saques algún tema, pero que no te molesta demasiado (o esa es la percepción que tengo, que puede estar equivocada).
Uhm. Sólo digo cosas que me molestan de ti, así que por una vez en mi vida seré buena y diré algunos aspectos que me gustan.
No eres para nada moldeable ni manipulable, tampoco eres imbécil (sabes leer y escribir bien, con eso hoy en día vale), si tengo algún problema sueles parar de reírte de mí y me intentas ayudar (aunque no me suele gustar contarte lo que me pasa, pero ni a ti ni a nadie, suelo pensar que no sirve para nada hablar de lo que ya ha pasado, no se cambiará nada y las cosas quizás empeoren).
No tengo mucho más que decir con respecto a ti…
Supongo que faltaría alguna chorrada en plan te quiero y mierdas así que me sueltas de vez en cuando, pero no es así, paso de ser tan hipócrita.
Un beso de parte de los dos conejos rosas con sida.

Ese. Esa. Esos.

1 comentario:

  1. Sobran las palabras.
    Es como un, te echo de menos?
    Me gusta la parte en la que lo pones a parir :P
    Y lo digo enserio.

    ResponderEliminar

A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.