Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

domingo, 10 de octubre de 2010

From Rusia, with love.


Biba.
Qué bien me siento, es una sensación tan asquerosa que va desde la desesperación, ganas de llorar, o de matar a alguien quemándole lentamente los párpados, arrancándole a tiras la piel, después dejarle sin extremidades, sacarle los ojos y un etc. muy largo de torturas que me encantaría hacer en este momento.
Pero bueno, qué más da. Es un individuo/a (no se sabe seguro) más del planeta que está loco, encerrémosle en un loquero, que es donde deben estar todos los de su condición. Amén.
Sabes qué? Me gustas, hijo de puta.
Me encanta tu pelo, adoro tus gustos, tu forma de pensar y no pensar, tu forma de ser tú. Bah, qué cojones, me gustas tú en general.
Soy idiota, lo sé. Quizás la ilusiones no valgan para nada, pero bueno, ahí están y hay que empezar a convivir con ellas, ya no vale no mirar, ahora es necesario gritarles a la cara que no podrán conmigo.
Curioso. Hoy mismo estaba hablando con el hombre más adorable y guapo que hay sobre la faz de la tierra, y de no ser porque está lejos le hubiese pedido salir ya, pero bueno, a lo que iba… Y ese hombrecillo me ha estado contando que quería ser como el ex cantante de Gorgoroth (creo que se escribe así .-.U). Frío, sin sentimientos, sin emociones, sin nada, una persona completamente vacía. Quizás tenga razón y lo mejor sea eso. Haber evolucionado lo suficiente y de tal forma que eres capaz de vivir solo, de no necesitar a nadie más.
En fin. El primer paso que daré será hacerme antisocial a medias (a medias porque sigo siendo una criaja que vive con sus padres).
A parte.
El verdadero amigo es como otro yo.
Cicerón.
La amistad quizás no dure tanto como la vida. Quizás sean momentos felices, de risas, inolvidables, en los que se aprende a vivir con un poco más de optimismo, y cuando acaba o empieza la decadencia, aprender a volar solos.
Solos, ser el aire en sí, el agua, el mundo entero que se nutre y ayuda a nutrirse a los demás, del modo que sea. Dar todo por todos pero sabiendo que estás solo, que jamás existirá alguien que se parezca tanto a ti como esa persona que perdiste y que jamás olvidaste.
Te lo dedico, Antonio, aunque sé que nunca lo leerás.
Deberíamos asumir que tú tienes tu vida y yo la mía, y querido amigo, no se van a juntar mucho más.
Me ha encantado compartir todo contigo, pero sé que ahora es imposible, ya sea por tus excusas, o mis enfados, o chorradas tales como estas, pero no hay tiempo. Y no quiero momentos de calidad que duren lo que un suspiro, sino alguien que esté ahí cuando más lo necesito. Además, tú ya tienes a alguien, yo seguiré mi camino.
Un abrazo que dure hasta la eternidad.
Y más aparte aún.
Las ilusiones.
Para qué cojones servirán? Con lo bien que se vive siendo pesimista. Siendo optimista se pasa peor que no siéndolo. Por ejemplo, alguien que es optimista piensa que sucederá algo, y si al final no sucede, le acaba deprimiendo, al pesimista, como ya se lo esperaba, le da igual, y si pasa, genial, aunque siempre queda una mínima esperanza de que suceda realmente y es esa esperanza lo que hace que te derrumbes y se vaya a la mierda todo en lo que has pensado durante un par de horas de tu vida, y aunque no lo parezca, dos horas son mucho tiempo.
Y tengo sueño.
Simplemente que ya se podría ir todo a la mierda por un rato y dejarme en paz.
Qué guay estaría estar por momentos en oscuridad total. Quizás una cámara de esas acolchadas de las cárceles con coartada médica estaría bien, pero sin drogas. Estar ahí sola, hasta el momento de volverte loca de verdad porque sabes que no hay nadie más allá de esa puerta que pueda entender por lo que estás pasando, y por mucho que crean saber, no saben nada sobre mí, no saben nada sobre nadie.
Individuo. Algo individual. Por qué se tiende a generalizar todo? Yo no soy como él y sus problemas no son ni serán nunca como los míos.
Y eso…
Que me voy a morir un rato.
Un beso a mi querido desconocido.
Ese. Esa. Esos.

1 comentario:

  1. Yo intento ser realista, no pesimista(aunque es parecido).
    Saludos, y ánimos.

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A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.