Fallos técnicos.

O si se prefiere, preguntas que no se pueden responder. La vida es cómo una película de Saw, no sabes qué cojones pasa hasta el final, que acabas enlazando todo gracias a un detalle. Un poco bestia la comparación, pero más o menos, es así, o eso creo yo.

No sé qué decir… Quiero escribir pero no sé el qué.

Estoy depre, como siempre, últimamente ya es mi estado normal. Qué asco.

En fin…

Gracias a mi tocaya estoy algo mejor, pero aún así lo único que quiero es hablar con una persona, y esa persona ya no está más. Desapareció por los siglos de los siglos. Amén.

Sé que yo, como niñata borde que soy, me pondría borde sin quererlo, porque ya no soporto su voz. Él en sí solo ha desaparecido y no ha hecho nada más, pero no sé, me jodió bastante más que pasara de mí que todo lo que he pasado estos últimos meses (qué melodramática soy, por Dios).

Y eso, sigo dándole vueltas y vueltas a lo mismo, como siempre.

Algún día le olvidaré, o eso espero.

Aunque tengo curiosidad por saber cómo acabaría la apuesta…

Y eso, mejor cambio de tema.

Cada vez la justicia española me sorprende más (negativamente, claro).

Hoy he visto en 2 minutos que me he sentado a ver la televisión (raro, muy raro), que van a condenar a una mujer 11 años de prisión por haber matado a su marido. Vale, guay. Si le ha matado porque sí, que se joda, que asuma las consecuencias. Pero no era así, su marido le había estado maltratando (puta violencia doméstica, de género y de su puta madre) durante 40 años, a esa mujer le han jodido la vida, y ahora que es libre, le meten a la cárcel para básicamente el resto de lo que le queda por vivir. Allí tendrá que convivir y buscarse la vida como bien pueda (quizás haya visto demasiadas series, pero por lo que parece, la vida encerrada no es demasiado agradable).

Bueno, la verdad en que se me ha retorcido el corazón cuando he oído esto. Me han dado unas ganas de llorar… Porque me pongo en su lugar, y joder, me han jodido la vida entera unos hijos de puta, y una vez que quiero ser libre, me joden más, y bien jodida.

Odio eso de igualdad ante la ley. No se trata por igual a todo el mundo, pero ni de coña, y si lo hacen, te tratan peor que a una mierda, como si no fueras nadie, y cuestionan todo lo que digas sin dejarte terminar la frase. Por ejemplo, el testimonio de un policía vale mil veces más que el tuyo, el tuyo, pre-asumen que estás mintiendo, pero un policía siempre dice la verdad. Claro, como no hay policías corruptos ni nada…

Los abogados, casi todos, son unos verdaderos hijos de puta, tanto el mío como el de al lado, tergiversan todas las palabras hasta dar la vuelta a todo y enfocarlo de tal forma que a ellos les venga en gana. Aunque eso lo sé hacer hasta yo, y no necesito saberme todas las leyes ni haber hecho una carrera. Y eso del juez, a ver, por mucho que te sepas todas las leyes que hay en tu país, que por cierto, solo sirven para tu puto país de mierda, no tienes ningún derecho a juzgar qué está bien o qué está mal. No es nada objetivo, si tienes un mal día puedes condenar a x personas, pero si tienes un bueno y te sientes buena persona, a ninguno. Ya, claro, eso es imparcial. Los cojones. Estás jugando a ser Dios y te encanta. Te crees que estás a su nivel y no es cierto, eres uno más del montón, un gilipollas mediocre que estudió en su momento unas cuantas leyes de memoria y se sabe la constitución pero no le sale de los cojones darte casi ningún derecho. Es como la inquisición, eres un reo más condenado antes de que haya habido un juicio. El juicio es simplemente un teatro y quizás ganes la batalla desembolsando unos cuantos millones, porque por lo demás, majo, lo tienes jodido.

Me empieza a cabrear demasiado y no tengo ganas de cabrearme.

Ciao.

Ese. Esa. Esos.