Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

martes, 15 de junio de 2010

Continuación de un mundo inacabado.

Bueno, como ya habéis visto, he cambiado la dirección del blog. Más que nada porque la otra me aburría.

No sé por qué he puesto ésta, bueno sí lo sé, pero a nadie le importa, es una dirección más de las que he tenido, otro blog que conocen cuatro gatos y que dudo que llegue a ser más popular. Pero qué más da. Tampoco me hace demasiada ilusión que unos cuantos gilipollas se pongan a decir que mis ideas no tienen sentido, que viva el fascismo, que viva la monarquía, y ya de paso que se muera su puta madre.
Cada uno piensa como le da la gana, y si la gente no tiene vida y se tiene que meter en la de los demás por no tener suficientes cojones a formarse una, mejor que se muera, que se suiciden de una vez, o que se maten unos a otros, que vayan a la guerra por causas que ellos crean importantes y mueran allí los hijos de puta que necesitan a alguien mandándoles.
Yo, prefiero quedarme aquí esperando el momento para lanzar mil llamas al cielo, hasta que se queme de una vez y acabe con esto.
Si lo pienso, si todos los que dicen, viva Franco, viva el Rey, o que viva ZP y cuando les pides alguna razón te dicen porque mis amigos lo dicen y ellos son guays y yo así molo que te cagas, tía.
Es patético.
Quizás sea porque soy una cría a la que le acaban de quitar el chupete y los de mi edad aún lo necesitan un poco más, pero es completamente imposible, y me gustaría darles de ostias, tirarles un par de piedras a la cabeza, a ver si les salen las pocas neuronas que tienen. Que entren en un coma, que les metan en las venas las drogas que ellos se fuman para parecer que son mayores, y que son la ostia, porque son unos machos, y ellos fuman porros y dentro de unos años se meterán speed, o cristal. 
Putos zombies.

Me dan mucho asco, de verdad.

No creo que pueda aguantar otra página en blanco, de verdad.
Bueno, intentaré ver el lado positivo y no ser tan fatalista (como si fuera posible y pudiera convencerme a mí misma de que aún queda algo).
Los últimos años ha estado Antonio, que no sé que ni cómo nos soportamos, y no sé cómo coño me hace reír cuando estoy mal. ¿Será porque me conoce demasiado?

No tengo ni idea.
Pero de todas formas, no es lo mismo.

Tengo a Dani... Pero no sé, es como una presencia que aparece y desaparece según le apetece. Y sino a Alejandro, pero sigue sin ser lo mismo.

No es que necesite a nadie, simplemente QUIERO.
Y como buena soñadora de sueños imposibles (admito que lo son), sigo pensando en alguien.
Si aparece el príncipe azul le mandaré a la mierda.
No quiero más novios, decidido.
Para cumplir lo que realmente quiero, necesito amigos que vayan a estar siempre.

O sea, que ése que me ha dejado de hablar, será borrado de mi vida para siempre.
No me dolerá verle y saber que nunca más me dirigirá la palabra.

NO. YA NO.

Se acabó.

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A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.