Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

viernes, 29 de enero de 2010

Sapere aude#2

Sigo cansada de correr.

Todo el día el mismo paso, todo el día el mismo movimiento.

No puedo más, pero por fin llega el fin de semana y podré andar bajo la lluvia, sentir las gotas de agua filtrándose entre mi pelo, recorriendo mi cabeza, dándome escalofríos y haciendo que mi cuerpo se convulsione en una mueca perfectamente caótica.

Hace frío y los libros se estremecen con el agua, pero esta vez no sacaré ninguno a pasear. Les evitaré el sufrimiento.

Necesito pensar en qué pasó ese día…

Ese mismo, que me escondí en la sombra de un viejo árbol, como una asesina acechando a su víctima escondida entre las sombras que el cervatillo extraviado escruta con cuidado, sin siquiera ver que unos pasos delante está su perdición. Un asesinato mal pagado, una violación, maltrato de un borracho, etc. Todo es posible.

Necesitaba verle pasar, verle andar… Verle, solo eso.

Ni yo misma sabía para qué.

¿Qué más me daba?

Pero lo necesitaba, igual que un alcohólico necesita una botella de licor barato antes de irse a dormir, y dejando siempre un baso en la mesilla por si acaso te entra sed después, o al levantarte, mismo.

Estaba obsesionada

¡No!

Necesidad no es obsesión.

Necesidad no es obsesión.

Necesidad NO es obsesión.

Esa frase que leí en un libro llamado Enajenados quema mi cabeza cual ácido.

Un solo capítulo de ese libro es un año de pensar, sin parar, sin dormir, a base de cafés y Red Bull’s y derivados.

¿Pensamientos atomáticos? Instinto animal.

No, no podía ser lo que me empujó a ocultarme allí justo a esa hora en ese mismo lugar donde antes no hacía más que un conjunto de despojos humanos y algún que otro depravado alquilando un cuerpo rebajado.

Fue tan bonito durante un tiempo… Cenas, bailes, risas, películas amontonadas en los rincones de nuestros cuartos que guardan tan buenos recuerdos, risas y lágrimas, te quieros dichos con demasiada pasión guardada y mil recuerdos más.

Time it’s over.

1 comentario:

  1. Creo malentender esta entrada, o entenderla demasiado bien u.u
    Te quiero, Sandrita.

    ResponderEliminar

A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.