Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

sábado, 2 de enero de 2010

Obsessed with the air.

Empiezo a estar obsesionada.

Las mismas palabras que leí en una página de internet queman mis neuronas como alcohol en la garganta.

“NECESIDAD NO ES OBSESIÓN.”

Empiezo a pensar que te necesito, pero en realidad, sigo estando aquí, siendo independiente.

Pero mi obsesión empieza cuando das un paso hacia atrás, y es cuando me toca darlo a mí hacia delante.

¿Qué debo hacer? ¿Avanzar o quedarme en mi sitio?

¿Si no vuelves, tendré que buscarte yo?

¿Amor? Nah.

Yo no puedo viajar, por mi condición de enana, y tú, por tu trabajo…

Es un tanto imposible.

¿Por eso guardamos las distancias? ¿Siempre a un metro?

Siempre a muchos kilómetros (en el sentido literal).

Esto, se parece a cualquier juego donde haya que guardar las distancias, y al fin y al cabo, es un juego, nada más. Los dos somos conscientes de que el cuento de hadas que me contaron de pequeña y que un día te conté a ti, no es posible por mucho tiempo.

Puede ser que estemos a dos extremos de la misma cuerda. Tú por un lado, y yo por el contrario, siempre a la misma distancia, excepto cuando tiras, y me tengo que acercar a ti.

Pero, ¿si quiero tirar yo?

Supongo que tendrías que avanzar.

Pero siempre has avanzado solo, y me has tirado.

Quizás arrastrado sea más concreto.

En fin, un beso y mil abrazos, querido.

ESE.

1 comentario:

A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.