Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

viernes, 14 de agosto de 2009

Shock.


El vómito espera en mi garganta el momento idóneo para salir.
Me da asco comer.
No sé porqué intento aparentar que estoy bien cuando el dolor desgarra cada molécula de mi vida.
No aguanto presencia alguna.
Tengo ganas de correr, pero me duele tanto que permanezco en shock.
El coma etílico.
Ni el sueño, ni siquiera él, son capaces de calmar lo que siento.

Necesito ayuda.

El coma etílico, el shock anímico.
El agua ardiendo me da el placer de olvidarme del interior y concentrarme en la sensación de quemazón.
Son tanto los motivos por los que debo ser feliz…
Son tan pocos los motivos por los que estoy triste…
¿Será por naturaleza que el mal nos afecte más? Ojala creyera en Dios; pero mi razón se niega. Sería tan maravilloso saber que soy una marioneta, que mi vida no vale nada de verdad, y que mis sueños son solo delirios de un muñeco que no logra aprender a pensar.

1 comentario:

  1. Soy lesincele del blog el bosque eterno. TRanquila, yo ahora en verano casi no tengo ni tiempo de actualizarlo jeje y menos de poder pasarme por los demás, pero prometo que en septiembre me pongo al día y agrego tu blog de nuevo (es que mi internet anda muy mal este mes...)

    Pero este texto si lo puedo comentar, me gussta (siempre he sentido debilidad por los escritos tristes, ya te enseñaré alguno, aunque me das mil vueltas).

    Y felicidades por tu cumpleaños que me imagino que ya habrá sido!
    Y las fiestas psé, no estan mal, aunque no suelo salir demasiado, espero que tu las hayas disfrutado más que yo.
    Un beso.

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A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.