Creemos en nosotros,
aquí nadie reza.

domingo, 15 de marzo de 2009

(...)


Algún día el oasis de mis lágrimas desaparecerá.
Quizás el delirio de otro beso me convierta en lo que realmente soy.
El desierto de mis palabras dice lo que susurra el viento.
Erosiona mis recuerdos el mar, me matan y intentan borrar mi memoria.
Infalible como los pétalos de rosa sobre tu ser, tocando tu alma como si fuese tu piel.
Adoro la presión de tus labios sobre los míos.
Es el placer. Es el éxtasis que me produce el deseo de tenerte cerca.
Aquel suave violín toca una marcha fúnebre.
Le acompaña el ritmo de mi corazón sobre el tuyo.

Se para. Se acelera. ¿Qué pasa?

Un eco de tu paso es el silencio que oigo.
Es el delirio del crepúsculo que vio al soñarte.
Es el sueño que busco al despertar, cuando los hilos de la subconsciencia se sueltan y siento como se clavan en mí.

Se rompe el hielo que me sostiene en la tierra y caigo.

¿Adónde voy?

Una mano sobre mi cuello toma lo que necesita para vivir.
Fríos labios sobre mi cara toman lo que necesitan para existir.

Algún momento se borra. Siento que pierdo el aliento al saber que tú desapareces…

¿Eras un sueño?

1 comentario:

A veces los pensamientos vuelan tan alto que son prisioneros del sol.